Lo positivo es que desde 2003, -argumenta Siedler- los beneficios corporativos han tenido un recorrido asombroso como resultado de diversos factores cíclicos y estructurales, hasta el punto de que el futuro es una incógnita. Sin embargo, la mayoría de los factores macro como el fuerte crecimiento del PIB, la baja inflación y los costes laborales controlados siguen ahí. El consenso para los próximos 6 a 12 meses es que los beneficios no sufrirán ninguna presión a la baja. La única razón que modificaría el consenso es que el crecimiento se redujera bruscamente en la segunda mitad del año, por ejemplo como resultado de sorpresas en los tipos o una subida brusca en el precio del petróleo, que no creemos probable.En el lado negativo, -argumenta este expeto- se podría discutir que los últimos acontecimientos en los mercados de renta fija han anulado un componente esencial en los beneficios, el dinero barato. Este ha estimulado el crecimiento global incluyendo el impacto generalizado en los beneficios globales y en la liquidez. Tras una pequeña crisis de pánico a finales de junio, las bolsas se recuperaron y las operaciones de riesgo volvieron. Para la renta variable europea, esto significó mayor ‘beta’ y la recuperación de LAS pequeñas compañías, como si nada hubiera pasado. Sin embargo, la evolución de los mercados de renta fija puede precipitar el final del ciclo de beneficios y pronosticar que cada vez menos compañías podrán mantener un crecimiento de beneficios significativo. La calidad en los beneficios podrá reemplazar la sorpresa en los mismos como motor principal de la superación de determinadas compañías. En muchos casos, esto apunta a algunos de los sectores y compañías mayores y más defensivos. La subida de los tipos de interés tiene menor impacto en las cuentas de la grandes compañías que son más sólidas. Es más, las grandes compañías están ahora más baratas, con mejores rendimientos y progresivamente van siendo parte fundamental en el juego de las fusiones y adquisiciones. Desde este punto de vista, esperamos que las grandes compañías tengan mejor rentabilidad a corto y medio plazo.