La solución pasa por sustituir la inversión inicial en dichos bonos garantizados por participaciones preferentes del Santander, con una rentabilidad del 2% anual y un plazo de 10 años, al final del cual el primer grupo bancario español decidirá si recompra o no las participaciones.

Al resto de perjudicados por la quiebra de Lehman, que cuentan con productos con capital no garantizado, Banif tiene previsto ofrecerles cambiar al emisor (el banco estadounidense) por un emisor del grupo Santander.

Así lo hizo la filial de banca privada de Santander el pasado mes de noviembre con el Seguro AXA Banif Estructurado, donde se colocó como emisor a Abbey, estandarte del grupo en el Reino Unido.

Esta oferta fue aceptada por el 98,5% de los clientes de este producto, según señaló Banif el pasado mes de diciembre, cuando se hizo efectivo el canje.

Aunque no quisieron comentar la información, fuentes de Banif señalaron que el banco "está trabajando en buscar las mejores soluciones en defensa del patrimonio de los clientes".

Cinco meses después de la quiebra del banco estadounidense, los afectados de Banif a los que les fueron colocados productos vinculados a la desaparecida entidad encontrarían en cualquier caso una solución.

No obstante, a raíz de la oferta hecha a los perjudicados por el fraude del intermediario financiero Bernard Madoff, el valor de las participaciones preferentes del Santander se ha visto envuelto en polémica, ya que el precio en el mercado está muy por debajo de su valor nominal.

De hecho, por exigencia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el propio Santander ha reconocido a sus clientes afectados por Madoff que el valor en el mercado sería el 43% del nominal, un porcentaje que un experto contratado por los bufetes Jausas y Zunzunegui reduce a un máximo del 21%.