El efecto Moderna fue clave en su despegue en bolsa el año pasado; de hecho, esta semana el laboratorio de los López-Belmonte anunciaba que había completado la fabricación de los primeros lotes de la vacuna de Moderna para la UE. Pero Rovi también ha contado con otros catalizadores para ello como los resultados de su antipsicótico inyectable Doria, la Bemiparina, los acuerdos de licencias de distribución -como Neparvis® y Volutsa®-, el biosimilar de enoxaparina o los nuevos contratos en el área de fabricación a terceros.

Con todo esto y unas cifras financieras que en el primer semestre de 2020 registraban crecimientos del 83% en beneficio neto o del 60% en el EBITDA, Laboratorios Rovi se ha convertido en toda una opción para los inversores.

De hecho, si en 2020 las acciones sumaban a sus títulos una revalorización del 55%, el futuro bursátil de Rovi este 2021 parece halagüeño. Sólo en las ocho sesiones que llevamos de este recién estrenado año su cotización ya suma un 15% más a la del año pasado.

Además, en estas jornadas del nuevo ejercicio el laboratorio ha marcado nuevos precios máximos a cierre prácticamente en todas las sesiones. Ayer lo volvía a hacer, cerrando a 43,30 euros, un precio que podría superar hoy, si su cotización continúa como hasta ahora.

Esta mañana Rovi ha marcado en intradía los 44,20 euros, superando sus resistencias a medio y largo plazo, situadas en los 43,8 euros.

Si tenemos en cuenta la opinión de los analistas, Rovi es un valor a incluir en cartera. En concreto, el consenso de Reuters aconseja comprar acciones del laboratorio farmaceútico, aunque le da un precio objetivo de 40,26 euros, lo que le deja sin potencial.