Repsol, que tiene una participación operativa del 37,5% en el yacimiento, está negociando con Bolivia y espera tomar la decisión de aumentar la producción en el curso de este año.

El impulso a la producción de Margarita supondría un punto de inflexión en la relación entre las petroleras extranjeras y el país andino, deterioradas después de que en 2006 Bolivia nacionalizara la industria gasista y presionara a las compañías para que aceptaran acuerdos que reducían sus participaciones.

Los nuevos contratos redujeron las participaciones de las empresas en gran parte de los proyectos de exploración del país hasta hacerlas minoritarias, pero el campo Margarita es una excepción.

BG Group también tiene una participación del 37,5% en Margarita, mientras que la argentina Pan American Energy tiene un 25%.

Fernández Cuesta prevé que Margarita empiece a producir con los nuevos volúmenes en 2011 o 2012 y que la producción se exporte a Argentina.