El hecho que hayamos visto el 1.35 de nuevo tras casi ver los 1.28 hace apenas 2 semanas no hace más que confirmar el hecho que, si bien amplio, estamos dentro de un rango. Y si no fuera así, me empezaría a preocupar, pues querría decir que a nivel técnico, el gráfico tiene ‘mala pinta’. Para que nos entendamos, cuando el Euro fue vapuleado sin descanso tras lo de Irlanda, se rompió una línea de soporte importante en la perforación de los 1.32.

Siendo como digo una línea importante, muchos (y me incluyo en el saco) esperábamos una violenta caída hasta por lo menos las cercanías de los mínimos de Mayo de este año, pero no fue así. A medida que pasaban los días y el Euro consolidaba entre 1.31 y 1.32 (también motivado por el hecho que el precio disparado del crudo no podía permitir una caída mayor de precios o hubiera puesto en jaque a varias de las ya maltrechas economías en Europa), quedaba claro que la perforación de la línea de soporte no había tenido seguimiento (follow-through), y que, por tanto, era probable que volviéramos a ver los precios por encima de ella, pues en lugar de actuar como línea de resistencia (cuando una línea se perfora pasa a actuar en sentido contrario o como lo hizo en su origen), dicha línea pasaría a ser lo que llamo una línea imán, es decir una línea que los precios pueden ir saltando en uno u otro sentido, pero de la que no se suelen desviar mucho.

Como se puede apreciar en el gráfico adjunto, eso es exactamente lo que hemos ido viendo a lo largo de la última semana y media aproximadamente. Es decir, saltos de precios por encima/debajo de la línea de tendencia, pero sin desviarse de ella mucho. Y es por ello que sigo llamando al movimiento actual de precios ‘rango’. Y cuando se está dentro de un rango, lo peor que te puede pasar es que compres en el máximo del rango o vendas cerca del mínimo, porque mientras el rango perdure, pues ello hace que llegues a dudar de si tu estrategia es correcta, hace que puedas ver rupturas en falso por todas partes y puede psicológicamente ser un elemento de presión añadida, por si el trading en mercados no conllevara presión suficiente.


Y es en estos momentos, también, cuando los gráficos diarios ayudan, y mucho, a los intradiarios, porque proporcionan esa ‘visión general’ que los gráficos intradiarios a veces no llegan a dejar ver, permite dar esos dos pasitos atrás para ver las cosas con un poco más de claridad, y actuar en consecuencia. Es en este momento cuando yo recomiendo más la combinación de gráficos diarios con gráficos intradiarios cortos (15-30 minutos), y sólo actuar cuando las señales en ambos períodos coincidan. Al menos hasta que haya un nuevo movimiento definido.

Dicho esto, yo soy muy poco alcista en el cruce, y para el corto plazo mi escenario es que volvamos a ver los precios por debajo de la línea imán, es decir que volvamos por debajo de los 1.3250.