El último dato de PIB ha sido considerado por el Gobierno de Portugal como un signo alentador para la situación económica del país
, agobiado por la subida de los intereses de su deuda debido a la desconfianza de los mercados ante su elevado déficit público.

El Instituto Nacional de Estadística portugués (INE) achacó el crecimiento, sobre todo, al aumento de las exportaciones de bienes y servicios.