Lo mejor de todo lo que sucede es que las bolsas preservan su inercia alcista a pesar de los inconvenientes - de reducido calado, es verdad - que surgen: política en Alemania, reducción del QE del BoJ, depreciación del USD, encarecimiento del petróleo e incluso el “ruido de fondo” que genera el bitcoin. Sólo merece la pena preocuparse un poco por 2 de ellos: petróleo y USD.

Y, aun así, carecen de entidad suficiente para cambiar el contexto de economía y mercados. Eso es lo bueno. Lo malo, que si el petróleo se encarece lo suficiente (¿75$?) y/o el USD se deprecia aún más (¿1,25?), sí pueden paralizar las bolsas durante un tiempo. Vamos por partes. La situación política en Alemania parece reconducirse.

La fecha clave es el 21 de enero, cuando las bases del SPD votarán si autorizan a Schulz a continuar o no para cerrar un acuerdo con Merkel. Los avances son inusualmente lentos para tratarse de Alemania, pero se producen en la dirección adecuada. La reducción del QE del BoJ no parece relevante e incluso puede que no llegue a materializarse puesto que contribuye a apreciar el yen y eso no es algo que quiera favorecer el Gobierno Japonés, sino más bien al contrario.

Pero el petróleo y el USD son otra cosa: sí podrían paralizar las bolsas. Superar y consolidar 70$/b. sería un hito (el Brent tocó 70,05$ el jueves 11) y el mercado lo acusaría, sin duda, pero la frontera realmente “dolorosa” se encuentra en 75$/b.

La coincidencia de 4 factores de corto plazo encarece el petróleo:

  • OPV de Aramco.
  • Cumplimiento de las cuotas de producción de la OPEP.
  • Reducción de inventarios por la ola de frío. (iv) Inestabilidad en Irán. El mercado aceptará hasta 75$/b...

Finalmente, tenemos la incógnita del USD. Teóricamente debería tender a apreciarse por la progresiva retirada de liquidez por parte de la Fed, las subidas de tipos y la sólida macro americana. Pero, como todo eso ya está descontado, pesa más la capacidad para sorprender positivamente que ofrece la economía europea.

Por eso el euro se convierte en la divisa fuerte del mundo. Sobre todo si Alemania resuelve su incertidumbre política y a pesar de las elecciones italianas del 4 de marzo, puesto que la reforma de la ley electoral hace más difícil que gobierne el M5E. Es más probable que el eurodólar se acerque a 1,25 antes que hacia 1,15.

A las bolsas les costará adaptarse a eso, pero lo conseguirán. Podrían bloquearse durante un tiempo (lateralizar y/o retroceder un poco), pero no cambiarán su tendencia de fondo alcista mientras ésta continúe respaldada por una macro buena o excelente, la progresiva mejora de los resultados empresariales y la liquidez siga presionando los precios de los activos. Una liquidez que permitirá que el deslizamiento de los bonos (subidas de TIR, bajadas de precios) sea realmente lento y pueda “digerirse” fácilmente.

Esta semana tenemos pocas referencias relevantes y hoy lunes NY estará cerrado, así que estaremos pendientes del USD y del petróleo. Las bolsas interiorizarán un USD por encima de 1,20/€ y un petróleo amenazando con romper 70$/b. … y eso no puede salir gratis. Mientras se adaptan tenderán a aplanar, de manera que el saldo neto de las bolsas esta semana podría ser cero o ligeramente negativo.

Sin embargo, los resultados empresariales americanos podrían evitar esto si las financieras baten expectativas: el miércoles publican BoA y Goldman y el jueves Amex, BoNY Mellon y M.Stanley. En definitiva, asumamos que esta semana el USD consolida por encima de 1,20/€ y que el petróleo puede romper la frontera de 70$/b. Europa lo encajará bien porque un euro fuerte contrarrestará un petróleo más caro. Unos resultados empresariales americanos buenos suavizarán el impacto.

Con suerte el balance final podría ser un modesto rebote de bolsas y la estabilización (pasajera) de los bonos, pero el signo cambiaría si alguna financiera americana decepciona con las cifras.

No olvidemos lo bueno que está siendo 2018: S&P 500 +4,2%, EuroStoxx-50 +3,1%, Ibex-35 +4,2%... Ya dijimos que el riesgo estaba/está en quedarse fuera del mercado. Por tanto no podemos quejarnos de nada, incluso a pesar de que el USD y el petróleo amenacen con detener las bolsas esta semana.