El momento por el que atraviesa la economía mundial parece que beneficia especialmente a algunas inversiones. En concreto la política monetaria mundial es especialmente favorable para los metales preciosos (oro y plata). También el contexto internacional parece convertir a las empresas del sector de las energías y recursos naturales en buenas opciones para el trading. Por último, ponerse en corto en bonos soberanos podría ser interesante.
¿Y por qué apostar por materias primas, sector energético y cortos en bonos? Hay que remontarse al inicio de la "relajación cuantitativa" de la Reserva Federal en marzo de 2009. Desde ese momento hemos asistido a una importante recuperación deDow Jones. Desde principios de febrero del 2009 a finales de febrero de 2011, el selectivo norteamericano ha pasado de un mínimo de 7.062 puntosa los 12.226 puntos. O lo que es lo mismo, ha aumentado, aproximadamente, un 70%. Uno de los ascensos más rápidos y vertiginosos de la historia del índice. 
Estos ascensos, en un período tan breve, tan solo han sucedido en dos ocasiones con anterioridad en los años 30`s del siglo XX, tras el crash del 29. Como podemos ver en el primer gráfico, el Dow Jones se acerca a su máximo histórico, registrado en octubre de 2007, de 13.939 puntos. La cuestión que se deriva es simple: ¿Estamos  ante un bull market?  Al contrario.El motivo radica en la distorsión que tiene el efecto monetario sobre en la economía planetaria. El Dow Jones se cotiza en dólares, una moneda que ya no es convertible en oro desde los 70 con el fin del sistema establecido en Bretton Woods. 



Este cambio en la política monetaria vino dado por la guerra del Vietnam. El gobierno estadounidense necesitaba darle a la “impresora” para “fabricar” más dólares. Y así lo hizo: e
l ratio de cobertura de dólares otorgado por el oro se redujo desde el 55% a 20%. El entonces presidente Richard Nixon ponía fin de esta manera a la convertibilidad de la moneda por oro en agosto de 1971.

La primera consecuencia fue que el corsé impuesto por el estándar del oro al gobierno de EE.UU. sencillamente desapareció, por lo que éste pasó a poder emitir dinero en las cantidades que precisara. Desde 1971, la inflación subió, llegando a un máximo del 13,6% en junio de 1980, ¡obligando a la Reserva Federal a elevar las tasas de interés al 20%! 
Al medir el Dow Jones en onzas de oro, como puede verse en la figura 2, observamos que estamos ante un "oso" del mercado desde agosto de 1999, cuando vivíamos en la burbuja de las “.COM". En esa fecha, el Dow Jones alcanzó su máximo histórico, 42 onzas de oro. El otro pico se produjo en agosto de 1929 (18 onzas por índice) y en enero de 1966 (28 onzas de oro por índice). Los mínimos ocurrieron en dos fechas: febrero 1933 y junio de 1980 (1,5 onzas por índice). En el momento actual, estamos avanzando muy rápidamente a otro mínimo histórico. En febrero de 2011, el Dow valía sólo 8,6 onzas de oro. 



Por lo tanto, una moneda que puede ser "manipulada" por las autoridades no es la mejor manera de medir el rendimiento de los activos.
 Una solución sería volver al patrón oro, ya que el metal no adolece de estos defectos, es escaso y, por supuesto, no "nace” de una impresora o un ordenador. 
Por otro lado, las tasas de interés extremadamente bajas han sido excelentes para el oro y malas para el mercado de valores. ¿Y por qué? Porque las tasas reales durante este periodo han sido negativas, es decir, la rentabilidad de un depósito bancario es insuficiente para cubrir la inflación. Aunque los gobiernos del mundo occidental siguen afirmando que este fenómeno no existe, la inflación ha gozado de una “excelente” salud. 
Está muy claro que las autoridades nos están creando una ilusión, porque el valor del Dow Jones ha variado al gusto de la política monetaria de los bancos centrales, tal como se ve en la Figura 3. En 1980, el aumento de las tasas de interés al 20% permitió la acumulación de los ahorros y, en consecuencia, el capital. Por lo tanto, permitió generar un período de gran prosperidad desde finales de los 80's y la década de los 90's. Desde entonces, la política monetaria laxa seguida por Greenspan y Bernanke ha sido un desastre, con los ciclos de auge y caída permanentes ( “.COM” y subprime). ¡Desde principios del 2000, el oro medido en dólares creció a una tasa anualizada del 15,4% y el Dow medido en dólares sólo el 0,6%! 



Desde principios del 2000, fuimos testigos de lo siguiente: el petróleo en dólares creció a una tasa anualizada del 13% (cada 5,7 años, el precio se duplica!), el cacao 15% (cada 5,1 años, el precio se duplica!), el maíz 12% (cada 6 años, el precio se duplica!) y el cobre 16% (cada cinco años, el precio se duplica!). Es decir, todo lo que son bienes esenciales para el consumo humano, o críticos para la producción de bienes de consumo, han ido aumentando (y, de hecho, seguirán aumentando). El lector sabe muy bien que su poder adquisitivo ha disminuido considerablemente, sobre todo desde el comienzo de la crisis financiera de 2007. ¿Alguien da credibilidad a los valores que se publican sobre la inflación?

¿Cuáles son las consecuencias de esta política monetaria? Si las tasas de interés se mantienen en estos niveles, el oro y la plata seguirán subiendo así como el mercado de valores, aunque a un ritmo más lento, hasta el próximo “crash”. La nueva crisis podría surgir del mercado de la deuda soberana. Es evidente que casi todos los estados en el mundo occidental son insolventes. Estos gobiernos administran un esquema piramidal, al mejor estilo "Madoff", para enmascarar esta realidad: emiten deuda para pagar deuda e interés.Si el Dow Jones medido en dólares llega a los 15 mil puntos en los próximos 3-4 años, y el oro sigue aumentando a un ritmo del 10% anual, el metal dorado podrá llegar a los 2 500 dólares por onza. Esto significa que el Dow Jones sólo valdrá 6 onzas por índice, un valor cercano a un mínimo histórico. 
Por lo tanto, en los próximos meses una apuesta por los productos básicos (materias primas, esencialmente) y metales preciosos (oro y plata sobretodo), y una inversión muy prudente en las empresas de energía y recursos naturales, podría ser una opción muy interesante para los inversores. Por otro lado, el mercado de bonos es la clase de activos que podrían proporcionar las mejores oportunidades, ya que está sobrevalorado y puede ocurrir en cualquier momento un accidente. Las posiciones cortas en esta clase de activos también parece una buena estrategia.