Pepsi ya posee un tercio de Pepsi Bottling y más de dos quintas partes de PepsiAmericas. Pepsi indicó que su deseo es que las ofertas se consideren amistosas y que tuvo que hacerlas públicas debido a las normas de la Comisión de Valores y Bolsa estadounidense -SEC, por sus siglas en inglés-.

Los accionistas de los grupos a comprar tendrán que decidir cómo intentar lograr un precio superior en el marco del convulso mercado de valores.

Hace una década, Pepsi decidió escindirse de sus embotelladoras porque creyó que eso ayudaría al grupo a centrarse en el crecimiento de la división de refrescos carbonatados al tiempo que lograba dejar fuera del balance los activos de embotellamiento. En una entrevista, la presidenta y consejera delegada de Pepsi, Indra Nooyi, indicó que las condiciones del negocio han cambiado mucho y que los consumidores están dejando de tomar refrescos carbonatadas porque prefieren el agua, los zumos y otras bebidas no carbonatadas.

La combinación de Pepsi con sus dos principales embotelladoras daría al grupo control sobre cerca del 80% de su volumen de distribución. Además, la empresa también espera reducir los gastos anuales en US$200 millones gracias a las sinergias. Pepsi espera aumentar sus beneficios anuales en 15 centavos por acción cuando dichas sinergias se hayan realizado totalmente.

Pepsi se está viendo afectado por el cambio de hábitos de los consumidores. Las ventas de refrescos del grupo estadounidense cayeron un 3% el pasado año, siendo éste el cuarto descenso consecutivo y el mayor registrado, según la publicación del sector Beverage Digest. Al mismo tiempo, la recesión provocó la primera caída anual de las ventas de bebidas no alcohólicas en décadas.