Del importe total, el 50% procederá de financiación bancaria, en su mayor parte otorgada por entidades locales. Del resto, el 25% provendrá de los propios recursos que generan las autopistas y el otro 25% de los que generan las otras vías de pago que el grupo explota en el país. La financiación se articulará a través de un contrato de largo plazo, de entre diez y quince años. Los importes invertidos hasta ahora en estas vías han partido de préstamos puente a cargo de esta financiación.


OHL
se hizo a finales de 2007 con las vías Curitiba-Divisa, de 412,7 kilómetros, al Sur del país; una segunda vía entre los estados de Río de Janeiro y Espirito Santo, de 329 kilómetros; la Belo Horizonte-Sao Paulo, de 562,1 kilómetros; la que une Sao Paulo-Curitiba (401,6 kilómetros) y la Curitiba-Florianópolis, de 382 kilómetros. Todas ellas cuentan con un plazo de concesión de 25 años.

El grupo, a través de su filial OHL Concesiones, logró estas vías en el marco de la segunda fase del programa de concesiones federadas del Gobierno de Brasil. La adjudicación le convirtió en el primer operador de vías de pago del país que recientemente se ha adjudicado la organización de los Juegos Olímpicos del 2016 con una cartera de más de 3.000 kilómetros de vía en explotación.