Así lo puso de manifiesto a los medios de comunicación tras su comparecencia en al Comisión de Presupuestos del Congreso, donde explicó que el año 2010 será "muy difícil" porque la recaudación evolucionará de manera similar al año 2009.

Sin embargo, no quiso adelantar si el Ejecutivo acometerá más subidas de impuestos para conseguir reducir dicho déficit. "En materia fiscal las decisiones se tomarán cuando correspondan. En este momento no hay decisión tomada, aunque sí hay un trabajo de estudio, en eso estamos. Tenemos que reducirlo y para hacerlo estamos estudiando todas las posibilidades", subrayó.


Durante la Comisión, Ocaña tampoco contestó a estas preguntas que lanzaron varios diputados y criticó la postura de la diputada de CiU Inmaculada Riera por pedir al Gobierno que eleve el gasto, que baje los impuestos y que controle el déficit público al mismo tiempo. "Pido más coherencia en los planteamientos", subrayó Ocaña, tras recordar que aún no se ha inventado una manera de conseguir estas tres cosas a la vez.

"Cuando se gobierna hay que elegir y priorizar. Lo que es imposible es hacerlo todo a la vez", aseveró, tras recordar también que el Gobierno socialista ha sido "extremadamente activo" en la puesta en marcha de medidas para hacer frente a la crisis económica.

En respuesta a las preguntas de algunos grupos políticos, Ocaña aclaró que el Gobierno ha tenido en cuenta el nuevo sistema de financiación autonómica para elaborar el Presupuesto de 2010, aunque no ha contabilizado el Fondo de Ordenación y Reestructuración Bancaria (FORB) porque aún no está aprobado y es un instrumento que está por definir. "Su impacto en el déficit dependerá de cómo se desarrolle", aventuró.

Durante su intervención inicial, Ocaña hizo un repaso de la situación económica general y consideró que los indicadores ahora apuntan a distintas direcciones y hacen pensar que "probablemente" España esté atravesando ahora el momento "más álgido" de la crisis, aunque en los próximos meses las variables evolucionarán de forma diferente.

En este sentido, admitió que cuando el PIB se recupere y empiece a registrar tasas positivas, seguramente el empleo aún no se haya recuperado y los ingresos tributarios reflejen con cierto retraso la recuperación económica. 

LA DEFLACIÓN, "SUMAMENTE IMPROBABLE"


En materia de precios, Ocaña constató las caídas del IPC registradas en los últimos meses, pero consideró "sumamente improbable" que España entre en un proceso deflacionario, ya que el IPC está en unos niveles muy bajos, pero se trata de algo coyuntural.

Por todo ello, Ocaña rechazó las críticas del diputado 'popular' Vicente Martínez Pujalte sobre las previsiones del Gobierno y aseguró que las últimas cifras oficiales suponen un "ejercicio de extremado realismo" por parte del Ejecutivo que no se puede discutir. "El horizonte fijado está ajustado a la situación económica y así debe ser valorado", aseveró. 

EL PP ADVIERTE DEL PELIGRO DE UN DÉFICIT ESTRUCTURAL


El diputado 'popular' criticó los cambios presupuestarios acometidos a lo largo del año y advirtió del peligro de que el incremento de déficit se convierta en "estructural", ya que es "muy fácil" incurrir en un excesivo gasto público y "difícil" ir luego recortándolo. "El déficit público es uno de los cánceres más graves que podemos tener en el futuro", subrayó.

Consideró "irrealizable" el objetivo de estabilidad presupuestaria que ha planteado el Gobierno para el año 2010 y consideró que las cosas se podrían hacer de otra manera, desarrollando un política presupuestaria "más real" para hacer frente al ajuste. "Por eso hoy el PP no tiene otra cosa que decir que suspenso y que vamos por el mal camino", denunció.

Por su parte, la diputada de CiU Inmaculada Riera recordó al secretario de Estado que la situación no es "sostenible" y se mostró preocupada por las reformas fiscales que puede plantear el Ejecutivo para superar los 'números rojos' en las cuentas. En este sentido, preguntó a Ocaña si la solución pasa o no por más subidas de impuestos. 

PNV PIDE UNA REFORMA PROFUNDA DEL GASTO PÚBLICO

El diputado del PNV Pedro Azpiazu consideró que queda pendiente una "reforma profunda" del gasto público, y pidió al Gobierno que adopte "medidas valientes" en este sentido y "racionalidad y sentido común" en las cuentas públicas. "En política hay que tomar decisiones y este Gobierno no se caracteriza por este tema, ni en esto ni en otras cosas", indicó.

Finalmente, el diputado del PSOE Francisco Fernández Marugán aventuró un año lleno de dificultades económicas, pero destacó la disposición del Ejecutivo socialista para seguir afrontando la crisis económica.