El presidente estadounidense Barack Obama prometió que intentará lograr grandes cambios en la regulación financiera de Estados Unidos, pero advirtió que será una "pesada carga" a nivel político, ya que varios intereses especiales ya manifiestan su oposición.

Un elemento clave en el plan del Gobierno será la creación de una Agencia de Protección Financiera del Consumidor independiente, que redactará y aplicará normas sobre préstamos justos y otros asuntos, según un documento obtenido por Reuters que luego fue confirmado por un alto cargo gubernamental. Para prevenir futuras crisis, el Gobierno quiere darle a la Reserva Federal nuevos poderes para controlar el "riesgo sistémico" en la economía, en conjunto con un concejo de autoridades.
También propondrán darle poder al Gobierno para confiscar y apagar grandes compañías en problemas; elevar los estándares de capital y liquidez de los bancos, y tomar las riendas de los mercados de deuda securitizada y derivativos del mercado extrabursátil.

"Habrá una puesta en línea, una consolidación (...) así no encontramos gente cayendo por los huecos", dijo el presidente a los periodistas. "Ya sea por el lado de protección del consumidor, el lado de protección del inversor, los riesgos sistémicos (...) será un sistema integrado en forma mucho más efectiva que antes", afirmó.

Un alto cargo del Gobierno de Obama dijo que el plan reducirá el número de reguladores bancarios y propondrá la creación de un consejo de supervisión financiera encabezado por el Departamento del Tesoro.

El alto cargo añadió, en una conversación telefónica con periodistas, que la propuesta convierte a la Reserva Federal en el supervisor consolidado de los grandes conglomerados financieros.

CONGRESO, DURO ESCOLLO

Por delante quedan meses de debate. El Congreso ha fijado más de una docena de audiencias sobre reforma financiera desde ahora hasta mediados de julio. "Vamos a llevar adelante un paquete de medidas regulatorias muy fuerte (...) Esperamos que el Congreso trabaje rápidamente para disponer estas leyes," dijo Obama.

"Desafortunadamente, falta memoria y creo algunos intereses especiales y de lobbys contarán con ello, con que, de algún modo, hemos olvidado el desastre que se desprendió de su conducta imprudente. Y yo voy a seguir recordándoles para asegurarnos que hagamos algo que prevenga que este tipo de situaciones se repitan," comentó.

El líder demócrata de la Cámara de Representantes, Steny Hoyer, dijo el martes que la cámara lidiará con la reforma de la regulación financiera a fines de julio o poco después del receso de agosto del Congreso. Las perspectivas en el más lento Senado no estaban claras.

Los comentarios del presidente llegaron poco después que la Cámara de Comercio de Estados Unidos, el mayor grupo de presión del país, dijo a los periodistas que está en contra de algunas partes del plan de Obama.

La Cámara dijo que se opone a nuevos poderes del Gobierno para confiscar y apagar a grandes firmas en problemas; a la creación de un supervisor de productos financieros, y a una propuesta normativa para que los accionistas tengan más peso en la candidatura de directores en las empresas de cotización pública.