El mandatario, por otro lado, resaltó el hecho de que su Gobierno no dispone de ninguna "solución mágica" que resuelva todos los problemas de la economía del país.

El presidente afirmó que los últimos malos datos sobre el mercado el producto interior bruto --que creció un 1,6 por ciento frente al 2,4 previsto-- y la tasa de paro, que ya se sitúa en el 9,5 por ciento, hacen crecer los temores a que se vuelva a producir una recesión.

Obama, sin embargo, anticipó que esta coyuntura ya fue anticipada por su Gobierno.

El próximo 2 de noviembre se celebran en Estados Unidos elecciones legislativas en que se renovará un tercio de los escaños del Senado y la totalidad de los asientos de la Cámara de Representantes.

Se trata de unas elecciones en las que la economía se perfila como el principal tema de campaña, y en las que los republicanos podrían recuperar la mayoría en las cámaras.

Obama no desveló en la entrevista ninguna de sus grandes líneas políticas de cara al futuro, si bien sí que habló de tomar medidas para apoyar la pequeña y mediana empresa, mediante la aprobación de iniciativas destinadas a facilitarles crédito y eximirles temporalmente del pago de ciertos impuestos.