El presidente electo, que el martes se convertirá en el primer mandatario negro de EE.UU., insistió en que sus prioridades al frente del país en los primeros meses serán el sacar al país de la profunda crisis económica y mantenerlo a salvo de atentados.

El futuro mandatario trabaja con el Congreso para sacar adelante un plan que, según él, permitirá crear o evitar la pérdida de tres millones de puestos de trabajo.


El plan permitirá "estabilizar al paciente", afirmó, aunque no quiso pronunciarse cuándo producirá resultados tangibles.

"Estamos pisando suelo desconocido", declaró Obama, quien subrayó que "no tengo una bola de cristal".

El presidente electo se apuntó hoy un tanto después de que el Senado aprobara el desembolso de la segunda mitad del plan de rescate del sistema financiero aprobado el pasado octubre y dotado con cerca de 700.000 millones de dólares.

Obama había intercedido personalmente ante los legisladores para que accedieran a liberar ese dinero, después de que el desembolso de los primeros fondos afrontara numerosas críticas acerca de su falta de efecto en la economía general y sobre la transparencia de las adjudicaciones.