En el conjunto del año, el resultado de explotación fue negativo en 3.570 millones de euros, mientras que el neto corriente del grupo, también negativo, alcanzó los 2.622 millones de euros. Las depreciaciones en la cartera de activos del grupo a lo largo del año ascendieron a 3.452 millones de euros convertidos en líquido.

En el cuarto trimestre de 2008, también fueron negativos el resultado de explotación del banco, en 1.854 millones de euros, y el neto corriente del grupo, en 1.872 millones de euros. El director general del grupo, Dominique Ferrero, declaró en una conferencia telefónica que el banco está inmerso en un "proyecto de profunda reestructuración" que le permitirá "salir de la crisis mucho más fuerte" de lo que entró en ella.


Según los resultados presentados hoy, los costes netos de reestructuración tuvieron una incidencia de 247 millones de euros en el pasado ejercicio.

Ferrero manifestó además su satisfacción por el proyecto de fusión de sus dos matrices -Caisse d'Epargne y Banque Populaire- que se oficializará hoy y dará lugar al segundo mayor banco de Franci