Ante esta coyuntura, Morgan Stanley afirma que se ha visto obligado a reducir las previsiones para la demanda global de exportaciones y de la inversión. Por consiguiente, también rebaja los datos de inflación, del 1,6% al 1,2% en 2010, debido a la "más pronunciada infrautilización de los recursos".

A esto, el banco de negocio añade que el rápido descenso de la actividad "incrementa el riesgo de deflación", pero la entidad sigue sin considerarla como el resultado más previsible.

Morgan Stanley cree que el Banco Central Europeo (BCE) rebajará los tipos de interés para la refinanciación hasta el 0,5%, lo que "envía un mensaje sobre la política monetaria" de la institución y "es probable que se caliente el debate sobre las medidas no convencionales".