Parece que todo muestra que los datos sobre la salud de la economía estadounidense han decepcionado las expectativas: los precios de las casas han caído  más de un 5% en tasa interanual, las ventas pendientes de viviendas se han colapsado y las ventas de casas existentes han decepcionado, la tendencia de mejora en las solicitudes por desempleo se ha detenido y la revisión del PIB del primer trimestre no fue revisado desde una previsión del 0.4%....y eso ha sido sólo en la última semana.
 
La serie de datos decepcionantes pueden ser capturados en el  Economic Surprise Index de Citigroup. Una lectura por encima de cero refleja sorpresa positiva en los datos económicos mientras que una lectura por debajo constituye una sorpresa negativa. El brusco giro de sorpresa positiva de comienzos de año a territorio negativo es casi tan malo como el colapso económico al que se llegó en octubre de 2008.
 
He comparador el índice con los rendimientos del bono estadounidense a 10 años  (índice que no incluye el ADP de empleo  y el ISM Manufacturero de hoy). La correlación entre ambas  es muy estrecha por lo que la lección es que cualquiera que sea su punto de vista de largo plazo – bien si se acerca a hiperinflación frente a la deflación o el riesgo de default en la economía estadounidense- la realidad es que si quieres tener una visión sobre los precios de los bonos gubernamentales lo mejor que puedes hacer es mirar los datos económicos para ver qué está sucediendo realmente.  Y según éstos, aunque se puede pensar en rendimientos del 3% en el Tesoro a diez años, deberían ser algo inferiores según lo que está pasando en la economía. También deberían preguntarse den qué momento los activos de riesgo comenzarán a ser noticia.
¿Alguien más se apunta al QE3?