Espantada. Al otro lado del Atlántico los inversores salen corriendo y dejan a los índices en rojo. Y es que poco puedo animar hoy al mercado. Por un lado, los inversores tienen que digerir el jarrón de agua fría que han dejado los datos de construcción de viviendas en Estados Unidos que cayeron en el mes de mayo un 10% frente al mes de abril. Pero también disminuyeron los permisos de construcción de nuevas viviendas, hasta un 17,2%, si se compara con el mes anterior hasta los 468.000, llegando a nivel más bajo en lo que va de año.


Descensos también en los
precios al productor en Estados Unidos que cedieron en el mes de mayo tras la caída de los precios de la energía y los alimentos. Para los bienes terminados, el índice de precios retrocedió un 0,3%. Pero las referencias macroeconómicas no acaban aquí, el mercado tendrá otra cita con las solicitudes semanales de hipotecas MBA así como con los inventarios de petróleo en una jornada en la que el barril de crudo cotiza en el entorno de los 75 dólares.

En el ámbito empresarial, hoy las miradas se dirigen principalmente hacia FedEx, una compañía que ha anunciado unas ganancias en el cuarto trimestre de su año fiscal que ascienden a los 696 millones de dólares, o 1,33 dólares por acción frente a las pérdidas de 849 millones del año pasado. Unas cifras que no han convencido al mercado y penaliza los títulos de FedEx con una caída del 1,34%.

Tono mixto entre el sector bancario. Así, los títulos de Morgan Stanley pierden un 1,23%, Wells Fargo se deja un 0,18%, Citigroup cede un 0,50% mientras Bank of America suma un 0,26% y JP Morgan suma un 0,26%.

Y entre las compañías ligadas a la energía, BP vuelve a centrar la atención. Y es que es hoy cuando el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reúna con la compañía británica para intercambiar opiniones sobre el vertido producido en el Golfo de México. A la espera de conocer nuevos mensajes al respecto, los títulos de la petrolera ceden más de un 4%.