A su juicio, en 2008 las pérdidas totales en hipotecas y crédito al consumo alcanzarán los 34.700 millones y que podrían aumentar hasta los 42.500 millones en 2009, un 35% más que los niveles alcanzados en 2007. Asimismo, estos expertos subrayan que "es fácil divisar" un escenario en 2009 con pérdidas que alcancen hasta los 50.000 millones de euros y que Reino Unido, España e Irlanda son los países peor posicionados.No obstante, destacan que
en los últimos dos años los bancos se han convertido en vendedores más activos de deuda morosa a través de la venta de carteras, lo que, a su juicio, es una prueba "evidente" de que también existen beneficios para el sector bancario a la hora de contar con socios en la gestión de crédito, quienes pueden aportar mayor información y conocimiento sobre el comportamiento del consumidor en el pago.