En concreto, un 90,42% del accionariado de RBS, incluyendo al gestor de los intereses estatales, votó en contra del informe de remuneraciones del banco correspondiente al ejercicio 2008, en el que se establecía que Goodwin, de 50 años, percibiría una pensión de 693.000 libras esterlinas (más de 780.400 euros) anuales para el resto de su vida. Sólo un 9,58% del capital social se mostró favorable.

En este sentido, varios accionistas presentes en la junta general del banco criticaron la gestión de la anterior cúpula directiva, a la que acusaron de ser "responsables colectivos" de la situación de la entidad, que se vio forzada a recurrir a la ayuda del Gobierno.

En concreto, el inversor John Waterson reclamó entre los aplausos de los asistentes que los ex directivos de RBS, incluyendo a Tom McKillop y Fred Goodwin, deberían ser enviados a prisión, según indica la BBC, mientras que otro inversor acusó a los anteriores gestores del banco de haber perpetrado el "mayor crimen financiero de la historia de Reino Unido".

VÍA LIBRE AL INCREMENTO DE LA PARTICIPACIÓN PÚBLICA.

Por otro lado, el 99,71% del accionariado respaldó las propuestas vinculadas con la conversión de acciones que permitirá al Gobierno británico ampliar su participación en la entidad desde el 58% actual hasta el 70% mediante la conversión de acciones preferentes en títulos ordinarios de RBS.

La entidad escocesa acordó el pasado mes de febrero participar en el programa de garantía de activos tóxicos patrocinado por el Tesoro británico, por el que asegurará activos por importe de 325.000 millones de libras (362.844 millones de euros).

La decisión de RBS se dio a conocer tras el anuncio de que había registrado pérdidas récord de 24.051 millones de libras esterlinas (26.849 millones de euros) en 2008, frente al beneficio neto de 6.823 millones de libras (7.617 millones de euros) del año precedente, lo que representa los mayores 'números rojos' de cualquier empresa británica en toda la historia.

LA COMPRA DE ABN FUE UN ERROR.

Por otra parte, RBS reconoció que la compra del banco holandés ABN Amro, que adquirió en octubre de 2007 por unos 70.000 millones de euros junto al Santander y Fortis, fue la "causa principal" que ha arrastrado a la entidad a su actual situación.

"No hay duda de que la causa principal que arrastró a RBS a las actuales dificultades fue la compra de ABN Amro. Esa es la dolorosa realidad, y nada podemos hacer ahora para cambiarla", dijo el presidente del banco, Philip Hampton, quien reconoció que aquella operación "fue un acuerdo erróneo que se efectuó al precio equivocado, con la fórmula de pago equivocada y en el momento equivocado".

No obstante, Hampton señaló que, aunque el acuerdo fue "claramente malo para RBS", no hay que olvidar que existen una serie de activos y negocios de ABN muy atractivos que serán integrados en la entidad.

Por otro lado, el presidente de RBS anunció que el banco contempla realizar nuevos recortes de empleo, tanto en Reino Unido como a nivel internacional, que se sumarán a los 2.700 despidos ya anunciados por la entidad.