"Con la cantidad disponible en este momento tenemos bastante margen para atender las probables necesidades futuras en materia de apoyo a la balanza de pagos. Pero si queremos enviar una señal de más apoyo, podríamos aumentar el techo a 50.000 millones de euros", señaló Barroso en rueda de prensa al término de la primera jornada del Consejo Europeo.

El denominado mecanismo de ayuda financiera a la balanza de pagos estaba dotado inicialmente con 12.000 millones de euros, pero ya se aumentó a 25.000 millones el otoño pasado cuando los países del este empezaron a experimentar crecientes problemas al empeorar la crisis financiera. Ahora Bruselas propone duplicarlo de nuevo.

Hasta ahora este fondo se ha utilizado para ayudar a Hungría (que recibió 6.500 millones de euros) y Letonia (3.100 millones) en cooperación con el FMI. Y Rumanía ha pedido también auxilio y está negociando con el Ejecutivo comunitario y con el fondo.

Durante la primera jornada del Consejo Europeo, los jefes de Estado y de Gobierno insistieron en que la UE ya ha hecho un "esfuerzo muy importante" para combatir la crisis económica, pidieron más tiempo para que surtan efecto las medidas adoptadas hasta ahora, y descartaron adoptar una nueva ronda de planes de estímulo, tal y como pide Estados Unidos, porque ello dispararía el déficit y la deuda. La prioridad ahora, según los Veintisiete, debe ser la reforma de la arquitectura financiera, empezando por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En este sentido, los líderes europeos pedirán que se dupliquen los recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI), hasta alcanzar los 500.000 millones de dólares, para que este órgano pueda ayudar más rápidamente a los países con problemas. De esta cantidad, los Estados miembros están dispuestos a aportar entre 75.000 y 100.000 millones, según se recoge en el borrador de conclusiones de la cumbre.

REMUNERACIONES DE LOS DIRECTIVOS

Además, pedirán la reforma de este órgano para que refleje mejor el peso de las economías emergentes y apostarán además por revisar el proceso de selección del director del FMI y del presidente del Banco Mundial.

Los 27 exigirán de nuevo la reglamentación y supervisión adecuadas de todos los mercados y productos financieros y de los participantes en el sector financiero, incluyendo los 'hedge funds' y las agencias de calificación de riesgos. Y apostarán por imponer sanciones a los paraísos fiscales, así como reformas en el sistema de remuneración de los directivos para prevenir que incentiven "la adopción de riesgos excesivos".

La UE solicitará mejorar la cooperación en materia de supervisión mediante el establecimiento, antes de finales de 2009, de colegios de supervisores de las principales instituciones financieras transfronterizas.

Finalmente, los jefes de Estado y de Gobierno pedirán que todos los bancos del mundo imiten el modelo de provisiones dinámicas implantado por el Banco de España. Ello supone que las entidades deberán dotarse de márgenes adicionales de recursos en épocas propicias, de tal forma que estén mejor preparados para hacer frente a las dificultades cuando se invierta la solución.

Asimismo, abogarán por impulsar las negociaciones para la ronda de liberalización comercial de Doha y pedirán que no se adopten medidas proteccionistas.