El objetivo inicial de los jefes de Gobierno y de Estado era intentar una reforma del Tratado con todos los países miembros de la Unión Europea, pero no ha sido posible lograr un acuerdo para ello, según informa efe citando  fuentes diplomáticas. "Preferíamos un tratado a 27, pero no ha sido posible por la posición de nuestros amigos ingleses", ha dicho Sarkozy en rueda de prensa.

Una vez más una cumbre exhibió las divisiones europeas. Pero en esta oportunidad dejó a Gran Bretaña, Suecia, Hungría y República Checa fuera del proyecto de reforma regional.

Los británicos pedían la exoneración de ciertas reglas sobre los servicios financieros, pero, a juicio de Sarkozy, "cierta parte de los problemas" que afrontan las finanzas europeas vienen precisamente de la desregulación de los servicios financieros. "Si aceptamos la derogación para el Reino Unido, estaremos cuestionando una gran parte del trabajo para la regulación de servicios financieros", ha resaltado.


En el tratado intergubernamental, entre otros detalles, se va a dejar constancia "clara y definitiva" del abandono de la participación privada en las eventuales reestructuraciones de la deuda soberana.

Además, se institucionalizará un gobierno de la zona euro con jefes de estado y de gobierno que se reunirá todos los meses durante la crisis, así como mayorías del 80% para tomar determinadas decisiones sin caer en posibles bloqueos unilaterales.

Para el mandatario francés, "no hay un solo criterio que permitirá salir de la crisis" pero las decisiones adoptadas hoy, y que son las contenidas en la propuesta elaborada junto a Alemania, son "importantes" para conseguir este objetivo, ha dicho.

Durante más de diez horas de reunión, los líderes se han puesto de acuerdo sobre el fondo y después han iniciado un debate "extremadamente profundo y difícil" sobre la forma jurídica en que se van a llevar a cabo las medidas, y que continuará mañana en la segunda parte del Consejo Europeo, ha destacado Sarkozy.

Gestión del BCE

El BCE gestionará el fondo temporal de rescate europeo (FEEF), dotado en la actualidad con 250.000 millones de euros, así como el fondo permanente (MEDE) que entrará en vigor a julio de 2012 con una capacidad de 500.000 millones de euros.

La decisión del Consejo Europeo ha sido anunciada hoy con "gran satisfacción" por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para quien esta medida, adoptada a propuesta del presidente del BCE, Mario Draghi, dotará de mayor estabilidad a los fondos de rescate.  Además, Sarkozy se ha referido a la decisión del BCE de prestar a plazos de tres años dinero a los bancos de manera ilimitada y con un interés en torno del 1%.

"Gracias a la decisión del BCE, el estado italiano o español podrán pedir a sus bancos que financien una parte de su deuda. Me pregunto si todo el mundo ha comprendido bien la importancia de esta decisión", ha dicho Sarkozy.