Las ventas al por menor estadounidenses crecieron un 0.4% mensual en marzo, lo que supuso un registro algo más bajo de lo esperado (0.5%). El dato de febrero fue revisado al alza en una décima, hasta marcar una subida del 1.1%. Todo ello se tradujo en una tasa interanual que mostró una desaceleración desde el 9.1% hasta el 7.1%, si bien es cierto que ello fue consecuencia del efecto base derivado de la fuerte aceleración de la referencia en marzo del año pasado (de 4.1% a 8.1%).

En la descomposición se pudo observar un contexto de consumo relativamente sólido, ya que la partida de automóviles fue de las pocas que mostraron una caída (-1.7%). En el lado alcista resaltaron componentes como el mobiliario (+3.6%), la electrónica (+2.1%), los materiales de construcción (2.2%) y las ventas en gasolineras (2.6%).



Cabe destacar que la última estuvo muy influenciada por la escalada del precio del crudo en el mes.

Todo ello se tradujo en unos resultados bastante positivos de los índices que excluyen los componentes más volátiles. Así, exceptuando automóviles se habría reflejado una subida del 0.8% (se esperaba un 0.7%) y descontando también las ventas en gasolineras el crecimiento habría sido de un 0.6% (se manejaba un 0.5%).

Por lo tanto, un dato mejor de lo esperado en términos generales, pese a que la tasa interanual ofrece ciertos síntomas de desaceleración. Lo más destacado de la reacción de los mercados está siendo una leve presión bajista sobre el precio de la deuda pública, principalmente la estadounidense.