Las empresas no financieras del Ibex 35 han aumentado en los últimos siete años la renta fija como vía de financiación, tanto en emisiones de deuda a corto y largo plazo. En concreto, este tipo de financiación gestionada a través de los mercados de capitales pasó de 90.800 millones de euros en 2010 a 116.100 millones en 2017 para el conjunto del IBEX 35, lo que supone un incremento del 28%, según datos del informe de Bolsas y Mercados Españoles (BME).
Esto tiene su contrapartida en el crédito bancario, tanto a corto como largo plazo, que se ha visto reducido por parte de estas compañías. Para el conjunto homogéneo de compañías del Ibex 35, entre 2010 y 2017 la financiación bancaria fue del 39%, pasando de 113.500 a 69.100 millones de euros.
Con ello, a cierre de 2017 la financiación vía mercado superaba en más de 47.000 millones a la financiación bancaria (116.100 millones frente a 69.000), cuando en 2010 esta última era superior en 20.000 millones a la primera (91.000 millones frente a 113.000). En términos de estructura de balance, la financiación de mercado mediante deuda corporativa representaba en 2010 el 39,6% del total de pasivos financieros y se sitúa ya en el 55,3% en 2017.
Reducción generalizada del endeudamiento
Asimismo, las empresas no financieras del Ibex 35 han protagonizado un importante proceso de desendeudamiento y transformación de la estructura de su financiación que ha cristalizado en cambios importantes, entre los que destacan el aumento del peso de los recursos propios y la citada sustitución de crédito bancario por financiación con instrumentos de deuda negociados en mercados.
En los últimos siete años, el endeudamiento total de las empresas no financieras del Ibex 35 ha pasado de representar el 72,4% del importe total del balance a un 67,1%. En términos absolutos, los pasivos financieros del conjunto homogéneo de compañías que han permanecido en el Ibex 35 se redujo un 8%, pasando de los casi 230.000 millones a casi 210.000 millones.
“Este es un proceso que acerca al modelo de financiación empresarial en España al de países como Estados Unidos o Reino Unido, habitualmente líderes en materia de crecimiento económico”, señala el informe publicado hoy por el Servicio de Estudios de BME.
Esta tendencia, que también siguen otros países europeos, es muy significativa entre las empresas cotizadas españolas que están liderando el impulso de internacionalización, crecimiento y aumento de tamaño que, poco a poco, va
arraigando en los procesos de cambio y transformación del modelo productivo español. La diversificación de las fuentes de financiación empresarial es uno de los principales exponentes de este amplio cambio. En esta tendencia han desempeñado un papel importante las aportaciones de plataformas como el MAB y el MARF que gestiona BME.
Aumento de la financiación en forma de capital
La reducción del peso de los pasivos financieros ajenos respecto al total es compatible con el aumento del protagonismo de los recursos propios en la vida de las empresas, que entre 2010 y 2017 aumentó un 6,3%. En dicho periodo los recursos propios (patrimonio neto) de las compañías no financieras del Ibex 35 crecieron un 27%, una cifra que marca tendencia para empresas con acceso privilegiado a la financiación bancaria y a los mercados de deuda corporativa. La suma total de los recursos propios de estas empresas en 2010 ascendía a algo más de 142.000 millones (un 27,6% de su balance) y en 2017 se elevaba hasta los 180.918 millones (un 32,9%, más de cinco puntos porcentuales superior al registro anterior).
El fortalecimiento del balance de las principales compañías cotizadas guarda estrecha relación con el beneficio retenido, pero también con el elevado volumen de ampliaciones de capital canalizado a la Bolsa, que entre 2014 y 2017 superó los 120.000 millones de euros (esta cifra incorpora importantes aportaciones de ampliaciones realizadas por entidades bancarias).