El proceso debería ser racional desde el punto de vista económico, ya que:
1) los bancos tendrían que buscar capital público en primer lugar, y después apoyo de los gobiernos, antes de solicitar capital al EFSF; y
2) cuando un banco reciba apoyo de un Estado o del EFSF, no pagará dividendos ni bonus. Creemos que hay dos riesgos principales en cuanto al proceso de recapitalización:

i) riesgo de ejecución: algunos grandes bancos europeos han declarado que prefieren vender activos a aumentar capital caro, algo que retrasará la solución al problema de financiación; y
ii) más importantes, los riesgos asociados a la valoración de los activos de los balances de los distintos bancos; si este proceso de valoración es un tipo de “prueba de estrés versión 3.0” en el que los activos no se valoran totalmente a precio de mercado, entonces no es probable que tranquilice a los mercados financieros. De modo que es preciso mantener la cautela: las acciones europeas ya han descontado el éxito de ese proceso de recapitalización, pero aún está por ver cómo y cuándo se llevará a cabo. El EuroStoxx se ha disparado un 18,5% en solo 3 semanas liderado por el sector financiero (+29,5%), y más recientemente por sectores cíclicos de beta alta como automóviles y recursos.