El fabricante tiene hasta el 31 de mayo, el próximo domingo, para reestructurar su deuda no asegurada, cifrada en 27.200 millones de dólares, o se tendrá que declarar en quiebra.

El pasado miércoles terminó el plazo dado por GM a sus tenedores de bonos para aceptar la oferta del Departamento del Tesoro por la que cancelarían al menos un 90% de esa cifra a cambio del 10% de la nueva General Motors.

Los acreedores rechazaron la oferta pero en las últimas horas la empresa reveló que un grupo de tenedores de bonos está dispuesto a aceptar una oferta mejorada que daría a los acreedores hasta un 25% del accionariado de la nueva GM.