Siguen los escándalos en el sillón de la dirección del FMI. De todos es conocido el escándalo Strauss-Khan al que ahora debemos añadir la posible malversación de fondos de la exministra Cristine Lagarde cuando ocupaba la cartera de economía en Francia. A la mandataria se le acusa de posible conducta indebida en la aprobación de un gran pago a un amigo del presidente galo.

Será investigada por complicidad en malversación de fondos públicos por aprobar un arreglo de 285 millones de euros para Bernard Tapie en 2008