El lunes, Mars -dueño de marcas como Snickers y M&M- anunció que adquirirá a Wrigley por casi US$23.000 millones con el respaldo financiero de Berkshire, el holding del magnate Warren Buffett. El acuerdo, que tiene el potencial de trasformar el panorama mundial de los fabricantes de dulces, les otorga a los accionistas de Wrigley unos generosos US$80 por acción. La industria global de confitería ha estado sin rey por mucho tiempo. Los 10 principales fabricantes controlan 47% de este mercado de US$141.000 millones. Los analistas aseguran que el acuerdo de Mars podría desatar una ronda de fusiones, a medida que las compañías aumentan su tamaño como una forma de reducir costos. Si la adquisición se concreta, Mars se convertirá en la mayor empresa de dulces del mundo, con casi 14% del mercado, superando el 10,1% de Cadbury, según las cifras de 2006, las más recientes de Euromonitor International. Para Cadbury hay mucho en juego. El viernes, escindirá su negocio estadounidense de refrescos, Dr Pepper Snapple Group Inc. Sin la división, a la empresa le faltará efectivo para defender sus marcas y participación de mercado en dulces ante sus rivales. Una unión Mars-Wrigley "tendrá billeteras más gordas que Cadbury", asegura Julian Lakin, un analista de Mirabaud Securities Ltd., en Londres. Bajo Mars, Wrigley será una mayor amenaza en el mercado estadounidense, en donde la división de chicles de Cadbury le ha restado cuota de mercado a Wrigley en los últimos años. La participación de Wrigley en el mercado estadounidense de chicles cayó de 66% en 2005 a casi 60% en 2007, según cifras de AC Nielsen citadas en un informe de Credit Suisse. La participación de mercado de Cadbury subió de 29% a 34% en el mismo período, dice el informe. Wrigley ya ha empezado a contraatacar. En una reunión con analistas en marzo, los ejecutivos de la firma dijeron que ganar participación de mercado se había convertido en una prioridad y que los gerentes serían compensados de acuerdo al avance en ese aspecto, según en informe de Credit Suisse. Alrededor del mundo, muchas marcas de dulces y chicles se venden sólo en uno o un pequeño número de países y a menudo son fabricadas por empresas familiares. Por otro lado, a medida que los consumidores adoptan dietas más saludables, las ventas de chocolates caen, convirtiendo a los chicles en una compra más atractiva. El año pasado, solamente en Estados Unidos, las ventas de chocolate subieron 1,8% a US$16.000 millones, mientras que las de chicle crecieron 2,6% a US$4.000 millones, informa Euromonitor. Los analistas creen que Nestlé, la mayor compañía de alimentos del mundo por ventas, podría lanzar una oferta por Cadbury. Nestlé, que controla 7,7% del mercado global de confites, tiene suficiente efectivo y un nuevo presidente ejecutivo, Paul Bulcke. Pero el gigante de alimentos enfrentaría el escrutinio antimonopolio en varios países, incluso del Reino Unido, donde tanto Nestlé como Cadbury gozan de buenas ventas de chocolates. Menos probable sería una oferta de Nestlé por Hershey, dicen los analistas. Esto porque Hershey es controlada por Hershey Trust, una entidad benéfica conocida por ser voluble a la hora de negociar fusiones. En 2002, casi vendió la firma a Wrigley pero se echó para atrás a último minuto. Nestlé se abstuvo de comentar sobre la fusión entre Mars y Wrigley, pero dijo que una compra propia no era inminente. "No hay nada significativo en el horizonte", dijo un vocero. Otra teoría: Kraft Foods Inc., con 4,3% del mercado global de dulces, podría lanzar una oferta por Cadbury o Hershey. Un vocero de Kraft declinó referirse al tema.