"Esperamos que Rusia y Ucrania cumplan sus compromisos de forma que el suministro completo del gas natural no sea interrumpido otra vez", señaló la presidencia checa de la UE en un comunicado. Barroso calificó de "inaceptable" que los consumidores europeos hayan sido utilizados como "rehenes" en el conflicto y dejó claro que todas las partes tienen lecciones que aprender de lo ocurrido. Explicó que no está juzgando "las intenciones" de Rusia y Ucrania, sino que se remite a un "hecho objetivo: el gas de Rusia no llega a Europa a través de Ucrania", así que como "medida de prudencia (...) tenemos que tenerlo en cuenta para el futuro" e incluir la diversificación en nuestra política energética.

"Rusia y Ucrania son dos socios muy importantes de la UE y queremos mantener y desarrollar unas relaciones constructivas con ambos", pero los repetidos anuncios de acuerdo que luego no se llevaban a la práctica son "increíbles" y "muy negativos para la credibilidad de ambos", afirmó. "Ha sido la primera vez en mi vida que he visto acuerdos que sistemáticamente no se cumplían, nunca había ocurrido esto con ningún socio del mundo", insistió.

La UE no ha querido intervenir directamente en la disputa comercial, pero ha exigido reiteradamente la restauración "inmediata" del suministro, una gestión de la crisis que Barroso consideró un "esfuerzo de equipo". La presidencia checa indicó que la reanudación del suministro es el resultado de la presión política ejercida desde la UE, que "ha hablado con una sola voz en esta disputa". La presidencia y el Ejecutivo comunitario coincidieron en señalar que "la solidaridad funciona" en el interior de la UE, ya que las medidas que tomaron los gobiernos nacionales y las compañías para ayudarse han hecho posible que los efectos hayan sido menores para muchos.

Asimismo, se mostraron de acuerdo en que la disputa actual ha perjudicado seriamente la credibilidad de Rusia y Ucrania. Barroso insistió en que la crisis ha enseñado que "debemos dejar de hablar de seguridad energética en Europa y empezar a hacer algo al respecto". En este sentido, la UE tiene que desarrollar las infraestructuras necesarias y diversificar las fuentes y vías de suministro como primer objetivo. Barroso confió además en que se logre un acuerdo rápido para poder emplear en la construcción de infraestructuras, en especial del sector energético, los 5.000 millones de euros procedentes del presupuesto comunitario no gastado.

Otra de las medidas que quedan por delante es concluir las negociaciones sobre las normas del mercado único de la energía, lo que favorecerá la transparencia, el almacenamiento y la demanda. Barroso también indicó que la Unión tiene que estar preparada para la siguiente crisis, por lo que se hace necesario la aprobación rápida de los cambios a la directiva sobre seguridad de suministro. La presidencia checa también incluye la energía entre sus prioridades para el semestre, en concreto, el refuerzo de la transparencia, la solidaridad, las interconexiones y la diversificación, según mencionó en un comunicado. El conflicto entre Rusia y Ucrania estalló el pasado 1 de enero cuando Gazprom cortó totalmente los suministros al vecino país tras no llegar a un acuerdo de tarifas para este año con Naftogaz, a la que ofreció un precio de 250 dólares por mil metros cúbicos de gas para todo 2009.