Las limitadas posibilidades de crecimiento de Portugal, los riesgos en la aplicación de los objetivos de saneamiento presupuestario, las dificultades de acceso a la financiación y la posibilidad de que el Gobierno deba ayudar a la banca hacen cada día que pasa más cercano el momento de la solicitud del rescate internacional. Aunque el presidente Sócrates, dijo que no quiere pasar por lo que están pasando los griegos y los irlandeses, parece inevitable intervención financiera externa.

Los bancos españoles con mayor exposición a la deuda portuguesa son Santander, Popular y BBVA.

Gráfico (Reuters): Ratings eurozona y diferenciales con bono alemán