La decisión del Estado portugués de privatizar el 7% de Galp antes de final de año puede amenazar la frágil estabilidad accionista de la petrolera si sus principales accionistas, especialmente los italianos de Eni y Amorin Energía, están interesados en reforzar su poder en la compañía de forma indirecta, según informa hoy "Diario Económico". l Estado decidió sacar las acciones al mercado a través de la emisión de obligaciones convertibles en acciones. Es decir, emitiendo títulos de deuda, por los que paga un interés anual y, al final del período, que cómo mínimo será de cinco años, decidirá si devuelve el dinero aplicado en esos títulos o entrega acciones de la compañía. Con este modelo, si los dos principales accionistas, Eni y Amorin con un 33,34% del capital cada uno, deciden invertir en estos títulos podrán hacerlo sin violar el acuerdo que les permite compartir el control de Galp y que les prohíbe comprar una única acción para evitar sospechas.