Si la región no logra resolver la crisis de deuda y restaurar la confianza en los mercados, estas perspectivas serían aún peores."Es el momento de pasar a la acción, subrayó el secretario general del organismo, Ángel Gurría, para quien los acuerdos alcanzados la pasada semana por los líderes europeos van en la buena dirección.

Asimismo, la institución insta en dicho informe a que los países desarrollados del G-20 mantengan los tipos o, donde fuera posible, sean rebajados, señalando expresamente al Banco Central Europeo, que mantiene los tipos en el 1,50%, frente al nivel cercano a cero de EEUU y Japón o el 0,50% de Reino Unido.

"Los bancos centrales deberían continuar suministrando liquidez para aliviar las tensiones en los mercados financieros. Asimismo, deberían asegurar un mayor relajamiento monetario, incluso mediante medidas no convencionales, en el caso de intensificarse las tensiones en los mercados", apunta la institución.