El segundo banco español, el BBVA,  ya anunció el jueves pasado que había decidido congelar la retribución de la alta dirección para 2009. Esta entidad ya afirmó entonces sobre esta medida -- se aplicará tanto sobre la retribución fija como sobre la variable -- que afectaría a 300 personas y se enmarcaba dentro de las "medidas de prudencia y austeridad dentro del nuevo entorno económico y financiero".

Por su parte, el presidente de Santander, Emilio Botín, anunció el pasado 5 de octubre, durante la presentación de resultados, que durante 2008 la parte variable que cobraron los consejeros ejecutivos había bajado un 15% y un 10% el componente variable del resto de la alta dirección.

Al contrario de lo que pasa en otras entidades en Europa, hasta el momento el Estado español no ha tenido que intervenir directamente en el capital de los bancos españoles con inyecciones de dinero público. En otros países con participación estatal en las entidades se ha visto una mayor presión para limitar la retribución de los directivos.

En España, las críticas al sector se han centrado sobre todo en el estancamiento del crédito a empresas y familias y del que se hace en parte responsable a la banca.

Directivos de bancos, sin embargo, lo han justificado con el deterioro de la actividad económica y con la caída de la demanda solvente en las actuales circunstancias.