Era una noticia descontada por el mercado. Al menos, en el mercado de divisas que ha visto esta semana cómo el euro ha alcanzado máximos de once meses frente al dólar – en las 1.477 unidades – y con la divisa estadounidense dando bandazos. La Reserva Federal ha mantenido los tipos de interés en el 0-0.25%, nivel al que los bajó el pasado mes de marzo.

Pero ¿cuándo llegará la tan ansiada subida? Aunque “sí que podría ser momento para ir plantearse otro tipo de política monetaria – apoyado por los buenos síntomas que estamos viendo y algunos datos que están saliendo- no hay suficientes motivos para subirlos”, explica Alejandro de Luis, analista de Dif Broker. Los expertos coinciden en que ahora no es el momento.
Ana Ariza, analista de Foncava Gestión admite que “para llevar a cabo esta subida habría que reducir primero el balance del Banco Central”. Y ahí es donde entran en juego las estrategias que publique el organismo para salir de la crisis. Medidas como retirar las ayudas al sector financiero. Ahí está la clave. José María Manzanares, director de productos y mercados asegura que “el Tesoro americano ya empezó a hablar sobre cómo retirar la liquidez al sistema, que supone un trillón de dólares -80 veces el PIB español. El problema, insiste este experto, “viene cuando quite la liquidez a un sistema donde podrían empezar a repuntar los tipos”.

Si las medidas económicas están empezando a funcionar, las ventas minoristas fueron mejor de lo esperado al final “la inflación no es más que la posibilidad que tienen las empresas de subir precios y es asumido por el consumidor”, explica Manzanares. El problema “es que empiece a despuntar la inflación sin que los gobiernos sean capaces de quitar las medidas”. Encrucijada en la que se encuentra la Reserva Federal.

El sector financiero

Las entidades han sido las principales protagonistas que han estado en el punto de mira durante los últimos meses. Fueron el ‘principal destino’ de las ayudas de la entidad monetaria y, aunque algunas ya han comenzado a hablar de devolución de la liquidez prestada, todavía queda mucho por hacer en el sector. Así lo ha manifestado el Secretario del Tesoro, Timothy Geithner. A un año de la quiebra de Lehman, el gobierno creará un supervisor nacional de bancos por “la necesidad de controlar el sistema bancario y establecer reglas para el mercado hipotecario y de tarjetas de crédito”. Una regulación que tendrá como resultado “un sistema financiero suficientemente fuerte como para evitar que la caída de una de sus entidades de referencia ponga en peligro el conjunto del sistema”, explicaba Geithner.

Una medida “bastante polémica” asegura Manzanares. Este experto cree que “perjudicará principalmente a aquellos bancos que no tienen tanto capital y lo triste es que los que no tienen tanto capital son los que no han sido intervenidos por los Estados, entre ellos, la banca española”. Por ello, “nuestras entidades juegan en segunda división”, señala. Carlos Fernández, responsable de análisis de Inversis Banco admite que el sistema financiero “es muy dinámico y sabe encontrar las oportunidades. El problema se acentúa mientras “siga existiendo un sistema capitalista donde la clave son los movimientos libres”. El gestor de Inversis admite que “la solución es realmente complicada”.