Esto se debe a que unos 140.000 millones de dólares, ó 20% de la línea de crédito de la Fed conocida como
Commercial Paper Funding Facility, fueron destinados a filiales de cuatro firmas que proporcionaron financiación a bancos y otras compañías: Hudson Castle, BSN Holdings, Liberty Hampshire Co. y Northcross, según datos del banco central.

Los bancos alrededor del mundo se beneficiaron. Las filiales fueron vehículos conocidos como “conductos”, parte de lo que un informe de julio de la Fed llamó sistema “bancario en la sombra” que retiró activos de los balances de las empresas y convirtió deuda tóxica en instrumentos de la máxima calificación. Al menos una docena de bancos habían prometido proporcionar a los conductos financiación u otro tipo de apoyo en una emergencia, según informes de Standard & Poor’s. Algunos también recurrieron a los conductos para obtener préstamos, según personas con conocimiento directo de los acuerdos de las firmas.

El sistema bancario en la sombra “contribuyó significativamente a las burbujas de activos en los mercados inmobiliarios residencial y comercial antes de la crisis financiera” al mantener ocultos los riesgos, dijo la propia Fed en el estudio. En las revelaciones hechas por la Fed el 1 de diciembre no se identificó a los prestatarios de los cuatro conductos. Los fondos ya han sido devueltos.

Portavoces de Citigroup, con sede en Nueva York, Barclays, de Londres, y Royal Bank of Scotland, de Edimburgo, no dijeron si las firmas tomaron prestado dinero de los conductos que utilizaron la línea de crédito de papel comercial. Representantes de los conductos se negaron a hacer comentarios o no respondieron a mensajes.