La inmobiliaria controlada y presidida por Rafael Santamaría está actualmente en trámites de cerrar la reestructuración de sus 4.800 millones de euros de deuda, con el fin último de sortear un eventual riesgo de concurso de acreedores.

Para ello, la compañía viene negociando desde hace meses con su más de medio centenar de bancos acreedores el plan de reestructuración que elaboró en colaboración de Lazard y que, entre otros puntos, contempla la venta de activos, la congelación de toda actividad y no pagar ni deuda ni los intereses asociados a la misma hasta 2013, con el fin de estabilizar la actividad de la sociedad en el medio y largo plazo.

Con todo, la compañía pretende dotarse de una "solución global" y adecuar su calendario de pago de deuda a las actuales condiciones del mercado y sortear el concurso de acreedores.

En el momento de la suspensión de cotización, los títulos de Reyal Urbis se revalorizaban en bolsa un 5,86% y se intercambiaban a 3,52 euros por acción.