Así lo recoge el supervisor en una actualización de un documento de preguntas y respuestas sobre la normativa de instituciones de inversión colectiva (IIC) publicada el 7 de mayo.
No obstante, las IIC no podrán invertir en aquellas que no incluyan un derivado implícito, como ETC, ETN y cualquier instrumento de los denominados 'Delta One', y tampoco en aquellos derivados cuyo subyacente sean criptomonedas.
Las ICC de Inversión Libre, por su parte, también podrían tener exposición a criptomonedas a través de derivados, dado que no hay limitación en el subyacente, y siempre que la liquidación del derivado no suponga la entrega de la criptomoneda.
Asimismo, al tratarse de una inversión de alto riesgo y cuyo precio conlleva un alto componente especulativo, el folleto y el DFI deberán incluir una mención expresa y destacada sobre esta exposición y de los riesgos que puede conllevar.
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El pasado 9 de febrero la CNMV publicó un comunicado conjunto con el Banco de España en el que alertaba sobre los riesgos de estos activos, dada su falta de regulación y gran volatilidad en el precio.
El presidente del supervisor, Rodrigo Buenaventura, también advirtió hace unos días sobre el riesgo de buscar altas rentabilidades mediante inversiones "especialmente arriesgadas o llamativas" en época de crisis, como este tipo de activos. "Eso genera riesgos, bien de activos cuestionables o bien de decisiones arriesgadas o estafas", avisó.
Hasta ahora, no había gestoras españolas con exposición a este tipo de activos, si bien es algo que ha empezado a verse en grandes firmas como BlackRock, que hace poco se abrió a la posibilidad de que dos de sus fondos tuviesen exposición a estos activos, o bancos de inversión como JP Morgan. Pese a la fuerte subida de su precio y a la apuesta por parte de otros actores institucionales, muchas gestoras siguen siendo reacias debido a su gran riesgo.