Mientras el Gobierno central y el de la Generalitat mantienen una curiosa relación epistolar que mantiene a la opinión pública en vilo, los mercados parecen tener ver la situación más clara. Los expertos de Barclays publicaban recientemente un informe en el que afirman que “parece posible que el conflicto con Cataluña se extienda los próximos días, semanas e, incluso meses, lo que implicaría costes económicos”. Sin embargo, en esta nota, los analistas del banco británico mantienen sus previsiones de crecimiento para España en el 3,2% para este año, aunque creen que las cifras del cuarto trimestre podrían verse impactadas, igual que las expectativas de expansión para el año que viene.
La relación financiera entre Cataluña y el resto de España
Recuerdan en este informe que el grado de descentralización del país "es uno de los más altos de Europa, sino el más alto" y desgranan las competencias que tienen transferidas las 17 comunidades autónomas. En este contexto, explican que tras la crisis financiera, la evolución de las finanzas del gobierno y de las comunidades autónomas del país se deterioró a partir de 2008. Tanto es así, que el ratio de endeudamiento en relación al PIB Estado pasó del 35,6% del PIB en 2007 al 100,4% en 2017 y que solo podría comenzar a reducirse en los próximos ejercicios. Explican en la entidad que “el fuerte aumento se debe, entre otras cosas, al resultado del pago de los atrasos del Gobierno Central a las regiones, la recapitalización de los bancos y la reducción del PIB nominal.
En el informe, los expertos de Barclays apuntan que “Cataluña, como otras regiones de la costa Mediterráneo, también experimentaron un deterioro de su déficit y su deuda durante el estallido de la burbuja inmobiliaria”. Señalan que la región ya experimentó una débil evolución de su situación financiera antes de la crisis y que del año 2000 al año 2008, como otras regiones, inclumplieron sus objetivos de déficit. “como resultado, la deuda regional se cuadruplicó alcanzando el 25,1% en el segundo trimestre de 2017. Cataluña lo hizo peor que otras regiones, con más déficit y una deuda que ha crecido más rápido, alcanzando el 34,5% del PIB en este periodo”. De hecho, el ratio de endeudamiento de la región que preside Carles Puigdemont es el segundo más alto del país, solo detrás de la Comunidad Valenciana. En cifras absolutas, su deuda es la más alta de España.
En el banco explican que “de toda la deuda pública de Cataluña, 76.700 millones de euros en el segundo trimestre del año, 56.900 son préstamos del gobierno central.El estado se ha convertido en el mayor acreedor de la región, cuando los mercados de capitales se cerraron para muchas regiones (entre otras Cataluña, que tiene un rating inferior al grado de inversión –bono basura-) durante la crisis de la eurozona”. Por el momento, esta comunidad es la única que no disfruta del grado de inversión.
Es más, afirman que “Cataluña es el mayor usuario del Fondo de Financiación a las Comunidades Autónomas (FFCCAA), que incluye el Fondo de liquidez regional (FLA). El gobierno también ha proporcionado liquidez a través de consorcios público privados de los que la comunidad que ahora debate su independencia ha recibido 4.400 millones de euros, más de la mitad de los fondos (8.500 millones)”. Señalan que “lasw regiones no pueden emitir deuda al menos que no tengan una rentabilidad no superior a 50 puntos básicos sobre el bono soberano”. Consideran en la firma que la independencia de Cataluña tendría mucho impacto no solo en su economía, sino en la española.
Los últimos datos muestran que la salida de las empresas de Cataluña desde la semana pasada habrían hecho que Cataluña cediese el podio en el ranking de regiones más ricas de España. Hasta el segundo trimestre de este año, la comunidad era la que aportaba más al PIB de España, un 19%, frente al 18,9% de Madrid. Sin embargo en los últimos días las dos regiones habrían invertido posiciones.
Si hablamos de riqueza por cápita, Cataluña no es la región más rica de España, sino la cuarta tras Madrid, País Vasco y Navarra.
A falta de ver cómo continúa el intercambio de cartas entre el gobierno del Estado y el de la comunidad autónoma, el mercado entiende que la situación se extenderá en el tiempo, pero que la independencia no está sobre la mesa. Con todo, hoy el Ibex 35 es el único gran índice europeo que está en números rojos.