El verano comenzaba el pasado 21 de junio a las cinco y treinta y dos minutos de la mañana. 93 días y 15 horas hasta que el 22 de septiembre próximo comience el otoño. Estamos inmersos en este periodo de vacaciones y tiempo de asueto para muchos, pero el IBEX 35, aunque duerme, no deja de trabajar. Y vamos a comprobar cómo lo está haciendo en lo que llevamos de verano.
En concreto nuestro indicador ha perdido un 3,1% en este periodo, muy convulso, por cierto. La variante Delta ha llegado para quedarse en medio de la vacunación generalizada, que empezó con un ímpetu tremendo en todos los países desarrollado pero que, con la movilidad vacacional y la llegada de menos vacunas, ha perdido fuerza. Y sobre todo que el colectivo todavía no vacunado, el de la juventud, presenta una incidencia exponencial en la quinta ola “la ola joven” como se ha venido en llamar.
Este hecho ha propiciado un crecimiento inusitado de los contagios que después se han extendido a todas las edades, incluyendo a la población más vulnerable y, otro factor importante, a la vacunada.
De ahí la inestabilidad que sigue inherente al mercado, mientras que además muchos analistas ponen sobre la mesa un nuevo factor a tener en cuenta para explicar estas caídas: hablamos del menor apetito de los inversores por el riesgo en una ecuación básica: a más incertidumbre, búsqueda de más seguridad.
Más vientos en contra del Ibex: la posibilidad de que el crecimiento haya tocado techo ante la proliferación de los contagios y medidas restrictivas que vuelven a implementarse. A pesar de que contamos con ida y vuelta en los indicadores adelantados, que han presentado a Asia y sobre todo a China perdiendo algo de fuelle, mientras que los últimos nos muestran una Eurozona en el que la actividad empresarial crece a su ritmo más rápido desde 2006. Y la movilidad laboral: las grandes empresas mundiales comienzan a pensar en volver a la oficina, pero poco a poco y a octubre vista, como el caso de Google.
Y por si faltaba algo, la latente inflación que desde la FED se sigue reconociendo mes tras mes, pero que se mantiene a la vista como algo temporal y no de larga duración. Todo ello nos ha llevado a que el Ibex marcara primero, el pasado 8 de julio la que ahora es la tercera mayor caída del año hasta los 8.650 puntos. Recortes del 2,31% a la que incluso superaba la que, en estos momentos es la segunda mayor caída del año: 2,4% a la baja hasta los 8.301,7 puntos, el 19 de julio que nos retrotraía a niveles de marzo para el indicador. Queda la del 22 de abril pasado, con pérdidas del 2,89%, como la mayor del año.
Desde ahí, lo cierto es que el Ibex ha remontado hasta sus niveles actuales un casi un 6%, pero tras perder desde el inicio del verano, con una cota de 9,051 puntos de partida. Hasta ahí lo malo, pero lo cierto es que las previsiones económicas, aunque reducen la velocidad de crucero a la esperábamos crecer ya en este comienzo de la segunda parte del año, sigue siendo elevadas. El tapering no se ve en el horizonte y los beneficios empresariales han sido buenos.
En cuanto a los valores del Ibex, hay que destacar entre los que se han comportado mejor y peor que el índice selectivo. Entre lo mejor, las acereras, los cíclicos químicamente puros han despuntado, mirando a Asia y a la subida de precios en EEUU. Así ArcelorMittal con un 20% y Acerinox con un 14% son los dos grandes baluartes de la recuperación de nuestro indicador.
Sin olvidar a Indra, que gracias a sus resultados y que el mercado ha leído en positivo el cambio de su cúpula, ha subido en este periodo un 15%. BBVA también despunta un 8,5%, Cellnex un 7,5%, Fluidra, el mejor del mercado, un 6% y Telefónica salva los muebles con un avance del 1,9%. En negativo, pero mejor que el Ibex encontramos también a Acs, con recortes del 2,5% y Endesa que cede un 2,9%.
Entre lo peor los valores ligados al turismo se llevan la palma: Melia Hotels cede en este verano un 16,2%, un 13% es lo que cae IAG y Amadeus retrocede un 12,5%. Se esperaba un verano de recuperación y se está saldando con viajes a cuentagotas. Veremos qué pasa en el tercer y el cuarto trimestre, aunque ya sin las vacaciones. Repsol también cede un 9,8% en este periodo, el Santander un 4,5%, con los bancos mixtos.
Otro valor ligado a la recuperación Inditex pierde un 6,4% y se queda fuera de la lista Fortune 500 por su caída en los ingresos, mientras que Iberdrola, por la ida y vuelta del hachazo de las ayudas, luego algo menor, por el aumento de la factura de la luz y el caso Villarejo recorta en este periodo algo más que el Ibex, un 3,3%.
Pero los vientos de cola surgen. Y si no que se lo digan a Bank of America que acaba de elegir al Ibex como uno de los indicadores que mejor lo pueden hacer en lo que resta de año, en especial por la caída de los intereses de la deuda que pueden dar alas a un sector financiero con peso más que importante en el selectivo español. Sobrepondera el selectivo con avances del 5% frente al resto de mercados.