Me considero una persona reflexiva, pero he de reconocer que el verano me invita a reflexionar más si cabe, aprovechando el bajo volumen del mercado para plantearme qué espero del mismo y que lugar ocupo en este maravilloso mundo del Trading. Antes de compartir con todos ustedes mi visión del mercado, me gustaría compartir una reflexión que estamos planteando en Blackbird y que tratamos de inculcar a todos nuestros alumnos. En los últimos años hemos observado un interés renovado por el Trading en general y por la formación en particular, en parte y en causa por la crisis económica y por el descontento generalizado de los ahorradores sobre los servicios de inversión.

El Trading es una profesión extremadamente compleja, en la que un operador va adaptando su operativa del largo plazo al más corto plazo, del Trading direccional al Swing Trading, alterando sus conductas de un planteamiento basado en el ratio de aciertos y en la búsqueda de la excelencia analítica; a un planteamiento basado en el ratio rentabilidad/riesgo, sin importar tanto la predicción como sí la hipótesis.

En USA se ha demostrado empíricamente, que el hecho cognitivo produce el ansia del saber. Las personas, como seres racionales que somos, queremos comprender el porqué de las cosas y tenemos un sesgo hacia el orden, que hace que nos fascine de algún modo la aleatoriedad. El ser racional tratará siempre de buscar conductas predecibles en series aleatorias, aún sabiendo que una serie numérica es aleatoria. La fascinación hacia lo desconocido es alimentada por el ego y la autoestima de tener la razón en contra del resto, tal vez por ello el Trading fascina a tantas personas, por la doble satisfacción que provoca el hecho de ordenar el caos y en parte, el ego producido por acertar en contra de la multitud. Uno de los grandes peligros del Trader, radica precisamente en la adicción por los resultados aleatorios. En un movimiento direccional, relacionado con el ciclo económico, un Trader puede tener el camino correcto durante un período extendido a veces, incluso en varios años. Sin embargo, el Trader consistente es aquel capaz de comprender los fundamentos económicos del mercado y adaptar el dinamismo de cada parte del ciclo a su propia operativa.

En mis artículos de opinión, trato de transcribir de algún modo mi tesis basada en el entorno macro y bajarla siempre a la operativa. No puedo buscar una operación fruto de la ansiedad o de la euforia. No puedo lanzarme detrás de los precios de Vértice 360, por el mero hecho de ver una ilusoria rentabilidad %, que si bien es cierto hace las delicias de muchos inversores, termina con las ilusiones de otros, al quedarse atrapados, tras la explosión de sinsentido, en forma de burbuja. Muchos son los casos vividos, en los que la historia, desafortunadamente siempre termina del mismo modo, adicción al dinero fácil hasta que el mercado se encarga de cobrarse sus intereses, ¡siempre!

Bajo mi punto de vista, el mercado se fundamenta por el ciclo económico. Los analistas value tratan de comprar buenas compañías a buenos precios, pero las buenas compañías son aquellas que tienen buenos mercados y los buenos mercados están en economías en crecimiento. ¿Acaso no hay talento en Grecia, Portugal, España o Italia? No se trata de talento, se trata de crecimiento económico. Si hay crecimiento económico las compañías ganan dinero y los value, por ende, pueden comprar buenas empresas. Si compran buenas compañías, los precios forman tendencias que permiten a los analistas técnicos detectarlas y sumarse a ellas. Me encanta el análisis fundamental, lo adoro, el value investing es fascinante, pero para mí, que pretendo hacer del Trading un estilo de vida, es poco útil. Me quedo con el análisis técnico, con mi querido chartismo dentro, siempre, de un marco macroeconómico.

Si comprendo lo macro, detecto los movimientos monetarios para poder a su vez comprender las posibles hipótesis que voy a operar y eso me permite aplicar las técnicas del análisis técnico para ejecutar correctamente mi operativa. La fuerza relativa me permite detectar mercados con interés, es decir con dinero, o mercados con desinterés; con papel. Este trabajo me sirve para ir aplicando filtros y llegar a mi asset class o como diría Warren Buffet, mi círculo de competencia y me centro en él para operar, ¡el resto no me interesa!

Probablemente, mientras lean este artículo, habrán notado cierta contundencia y desinterés, referente a un pequeño valor como Vértice 360. Puede que hayan invertido en él o puede que no, pero mi crítica es una crítica constructiva que he hecho expresamente para explicarme a continuación. Me reitero en la idea de que probablemente alguno de los lectores haya invertido en Vértice 360 y probablemente haya pensado que en mis palabras no hay certeza absoluta. Quizás, usted esté invertido en la compañía, en este caso podría incluso haberse molestado por mis palabras que en cierto modo reflejan menosprecio. Yo creo en mí misma, ya que comprendo mi planteamiento y se a lo que voy. Me he informado claramente de la situación de Vértice 360, pero es un valor que no me interesa ya que no encaja con mis cánones de trabajo, no está en mi círculo de competencia, pero no por ello puedo negar la posibilidad de ganar dinero con ella si se aplica un coherente y correcto sistema operativo de Trading. Es decir, no se trata de que si yo afirme o no un suceso, este mismo no pueda ser útil a otro operador, cada Trader debería tener la capacidad de confeccionar su lista de valores, para poder aplicar sus estrategias de Trading, y las de nadie más.
En el mercado la verdad absoluta no existe, existe la verdad relativa, la que forma parte de cada uno y un mismo subyacente pude dar rentabilidades extraordinarias a unos y pérdidas inaceptables a otros. En parte hay un 50% de probabilidades de acertar y el chartismo decanta ligeramente la probabilidad a nuestro favor. Si dominamos nuestro ego, aceptamos las pérdidas y los errores, nos permitirá perseverar en nuestro criterio hasta que éste deje de ser vigente o explote en la tendencia que nos de importantes plusvalías. Yo centro mi energía en la gestión monetaria y dedico mi tiempo al análisis, a comprender el mercado. Analizo y pienso, ¡opero y ejecuto! este es mi trabajo y esto es lo que tanto amo.

El mercado sigue a lo suyo, el IBEX 35 ganando fuerza relativa y momento, y el sector financiero volátil. Sin embargo, a pesar de la enorme volatilidad, estoy viendo claras mejoras en el mercado. La semana pasada hablaba de las perspectivas y estrategias de Trading para el tercer trimestre y final de año en mi artículo de esta sección semanal, y seguidamente expliqué detalladamente para los usuarios de Estrategias de Inversión el martes pasado, en mi Encuentro Digital, mi perspectiva ampliada del mercado. En medio de la corrección me mantenía firme sobre la idea de un IBEX en tendencia atacando la resistencia de los 8.800 puntos. El Pull Back sobre la ruptura de la tendencia lateral, era una clara señal de compra.



El mercado ha girado y ha dado fiabilidad a la directriz lateral bajista del mercado de consolidación que hemos vivido durante todo el año. Cada día me recuerda más este mercado al que pude vivir en 2.004 y en septiembre veremos de verdad que piensa el mismo. Los Traders de verdad, los que manejan dinero suficiente para mover a Mr. Market, vuelven de vacaciones en septiembre y en otoño veremos las verdaderas aspiraciones del mercado, pero no cabe duda de que las sensaciones de momento son inmejorables.

En el gráfico, lejos de querer caer en la tentación de la predicción, planteo un posible escenario para explicar realmente mi hipótesis y es que el mercado en tendencia podría haber comenzado. Si hacemos caso a los principios implantados por Charles Dow, la superación de los 8.900 puntos marcaría máximo creciente, lo que daría por comenzada la tendencia alcista con objetivo técnico máximo en los 11.000 puntos.

Le comprendo, sé que parece una locura y no haré ninguna operación afirmando rotundamente que el IBEX 35 se dirige a los 11.000 puntos, básicamente porque no lo sé. Sin embargo, sí que puedo decir que el objetivo probable y máximo son los 11.000 puntos. Mientras nuestro selectivo no pierda los 7.800 puntos, lo seguiré pensando y seguiré buscando operativa en base a ello. Pero no es una fe ciega en el IBEX lo que me incita a buscar posiciones largas en el mercado, es simplemente una hipótesis, como decía, para plantear mi asset class.



Me he servido de la historia para recordar los hits de la crisis de deuda en Europa y reflejar las fechas clave en un gráfico del IBEX 35. Los momentos previos a los diferentes rescates sobre Grecia, Irlanda, Portugal y España, han marcado techos relevantes y posterior hundimiento de las bolsas por el miedo real y latente de la quiebra de toda la zona euro. No nos engañemos, el mercado se desplomó el verano pasado por el miedo de que el euro quebrara y muchos grandes inversores huyeron de toda inversión en euros de los países en otro momento denominados B. La venta indiscriminada de bono italiano y español son palabras mayores y las bolsas se desplomaron un 33%, en el caso del IBEX pasando de los 9.000 a los 6.000 enteros.

Ayer nuestro IBEX 35 se recuperó de un miedo que a día de hoy parece ilógico, pero sigue cotizando muy por debajo de la última fase de caídas, que se produjo tras el segundo rescate a Grecia, que provocó los primeros rumores fuertes de una posible quiebra de España e Italia.



Sin embargo, hay hechos que me hacen pensar que todo mejora en el mercado y por lo tanto, es un claro indicio de que al fin España, ha empezado a salir de la crisis. Los datos de crecimiento en la eurozona al fin empiezan a ser positivos y si miramos la fuerza relativa del selectivo español respecto al SP 500, podemos comprobar de qué manera las bolsas europeas en los últimos meses no paran de mejorar. Si el selectivo marca un máximo por encima de los 8.900, la fuerza relativa podría empezar un proceso de mejora respecto a las bolsas americanas que justificaría de modo visual que el mercado prefiere España a USA y eso es una señal magnífica.

Otro de los argumentos que me hace ser positiva, es la rentabilidad de los bonos. El pico extremo en la rentabilidad de los bonos europeos se produjo el verano pasado, pero el mercado se ha relajado volviendo a niveles previos a la crisis, cuando el IBEX 35 cotizaba con mucha correlación con las bolsas americanas, tras el QE1 y el QE2, en una cómoda zona de 11.500 puntos.

Mi experiencia me ha enseñado que la deuda se anticipa habitualmente unos 6 meses a la renta variable y ésta suele anticiparse a la economía otros 6 meses, por lo tanto voy a estar muy atenta a lo que se nos viene, puesto que los argumentos no se basan en 4 líneas perfectamente alineadas sobre un gráfico, se basan en datos económicos que sostienen el pensamiento de los inversores, los que vendieron y compran bonos, los que vendieron y comprarán acciones y no nos engañemos, esto es un mercado y los precios siempre han sido de ida y vuelta. Repito, estaré muy atenta y les seguiré exponiendo mi humilde opinión, para rectificar si el mercado así me lo indica y para ser más contundente si el mercado sigue dándome razones para aprovechar la volatilidad, y por ende el miedo para comprar más.

¡Quien conoce a los hombres es inteligente. Quien se conoce a sí mismo es sabio. Quien vence a los otros es fuerte. Quien se vence a sí mismo, es aún más fuerte!

Por eso es imprescindible tener criterio propio, para creer en uno mismo. La fe en nosotros no debería venir jamás del ego y sí de la convicción de conocerse a sí mismo, puesto que las tesis, como decía al comienzo de mi artículo, son dinámicas y en el mercado no se sobrevive de copiar a otros, más bien de aprender y hacer lo propio en acciones, tanto como en opiniones.

Gisela Turazzini
BLACKBIRD | CEO?