Vueling y Clickair acordaron su fusión en febrero en un entorno de fuerte competencia y sobrecapacidad que estaba dañando los ingresos de ambas empresas.

Iberia, la mayor compañía española por capitalización y clientes, justificó esta petición señalando que no votó a favor de la fusión en la junta de Vueling y que no tomará el control de la nueva empresa, sino que sólo es un "objetivo empresarial". 

El pasado 5 de mayo, cuando las juntas de accionistas de Vueling y Clickair aprobaron el proyecto de fusión, el presidente de Vueling, Josep Piqué, ya se mostró confiado en que la CNMV sabría comprender la naturaleza de esta operación, para poder culminar la fusión en junio.

A pesar de que todavía queda pendiente este trámite, las dos aerolíneas ya han comenzado a trabajar conjuntamente a nivel organizativo para, posteriormente, unificar "todo lo visible al cliente". En julio, ambas compañías se convertirán en una única entidad, la nueva Vueling.

El proceso de fusión de Vueling y Clickair --con la absorción de Clickair por parte de Vueling con extinción de la primera y mediante ampliación de capital de la segunda y una ecuación de canje paritaria-- dará lugar a una nueva aerolínea de bajo coste en manos de Iberia.

El capital restante está previsto que quede repartido entre Inversiones Hemisferio --actual principal accionista de Vueling-- con un 15%, accionistas minoritarios como Nefinsa y aproximadamente un 20% de 'free float'.

La compañía tendrá resultados positivos a partir del presente ejercicio y se prevé que facture alrededor de 800 millones de euros en 2010 y que obtenga un resultado neto de explotación (Ebit) de entre el 6% y el 8% de esta cifra, transportando a once millones de pasajeros.