Iberdrola presenta un gran órdago al mercado en su nuevo plan inversor. En su Capital Markey Day celebrado en Londres, ha anunciado la implementación de inversiones brutas que superan los 58.000 millones de euros en el periodo entre 2025 y 2028 y que se multiplicarán hasta 2031, tanto en generación renovable en los países en los que opera, principalmente en Reino Unido y Estados Unidos, como en redes. 

Principalmente a esta última, en un ambicioso plan que su presidente, Ignacio Galán indica  "vamos a invertir 58.000 millones hasta 2028, de los que dos terceras partes irán destinados a redes de transporte y distribución, fundamentalmente en el Reino Unido y los Estados Unidos".

La empresa española se basa en el este plan en un cambio estratégico iniciado en 2022 hacia el negocio de las redes eléctricas en países donde los rendimientos son estables y saludables, al tiempo que adopta un enfoque más selectivo hacia los proyectos de generación de energía renovable.

En concreto, por áreas geográficas, Reino Unido se convierte en el principal destino de la inversión, con 20.000 millones de euros, seguido de los Estados Unidos, con 16.000 millones de euros.

Por detrás se encuentra la Península Ibérica, con 9.000 millones de euros; Brasil, con 7.000 millones de euros; y otros países de la UE y Australia, con 5.000 millones.

Pero, sobre todo, se focaliza en redes, uno de los grandes baluartes que los analistas distinguen ahora para elevar la potencialidad de las compañías de servicios públicos globales, como es su caso. 

En concreto, destinará 37.000 millones de euros de sus inversiones al negocio de redes, de los cuales 25.000 millones de euros estarán destinados a las redes de distribución y 12.000 millones de euros a la red de transporte. Están inversiones se focalizarán en mercados con marcos cerrados o en negociación avanzada y que cuentan con una rentabilidad media (ROE) del 9,5%.

Con ello, Iberdrola prevé situar su base de activos regulados en los 70.000 millones de euros en 2028. De ellos, 50.000 millones de euros serán de la red de distribución y 20.000 millones de euros de la red de transporte al final del periodo.

En lo que se refiere al negocio renovable y clientes, la compañía tiene previsto destinar 21.000 millones de euros. De este montante, el 38% se destinará a la eólica marina; un 24%, en eólica terrestre y un 10% a almacenamiento y otro 10% a solar. El 75% de estos proyectos se encuentran ya en construcción.

Con esta estrategia con las redes como motor de crecimiento, la eléctrica prevé alcanzar un beneficio operativo bruto (Ebitda) de 18.000 millones de euros en 2028 -3.000 millones más que en 2024-. Además, el objetivo de la compañía es que el 75% del Ebitda no dependa de los precios energéticos para 2028.

Asimismo, aspira a un beneficio neto ajustado de 7.600 millones de euros para 2028, lo que supone 2.000 millones de euros más que la cifra récord de 5.530 millones alcanzada en 2024.

En cuanto a su política de dividendos, la idea es repartir entre sus accionistas hasta 20.000 millones de euros para los próximos cuatro años, hasta 2028 en esta actualización de su plan estratégico.

En concreto, la eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán proseguirá con su compromiso de incrementar la retribución a sus accionistas en línea con la evolución de los resultados.

Así, destinará entre el 65% y el 75% del beneficio a retribuir a sus accionistas -pay out, en inglés- y fija un suelo del dividendo de 0,64 euros para este periodo, dentro del programa de Iberdrola Retribución Flexible, que incluye la recompra de títulos.

Además, Iberdrola, que ya ha ejecutado una ampliación de capital de 5.000 millones de euros, tiene previsto un plan de rotación de activos y alianzas de 13.000 millones de euros, de los cuales un 75% está completado.