Una de esas frases relacionadas con los aviones nos dice que todo despegue es opcional, pero que todos los aterrizajes son obligatorios. Pero parece que el de IAG todavía no se ha producido, más allá del rebote de ayer, que los expertos consideran puntual. Un largo y más que difícil viaje, mientras el valor sigue pidiendo pista en el aeropuerto... pero los inversores no se lo conceden del todo. Las expectativas de acabar con la incertidumbre no se despejan ni de lejos con las primeras vacunas mientras la crisis económica va tomando cuerpo en todo el mundo.
Una visibilidad, que en paréntesis si parece que veían ayer los inversores con esos avances puntuales, del 6,6% y corrige las pérdidas cosechadas durante la semana e incluso corrige al alza con avances del 1,90% las ganancias desde que comenzara el año y en las últimas 20 sesiones tornándolo en positivo con alzas que rozan el 2%.
Ese aderezo de cal y arena es lo que vemos en su accionariado. Por un lado Citadel se ha posicionado en el valor, con más fuerza a la baja desde el pasado día 12 con un 0,72% de su capital. Pero del otro lado hemos visto también como el fondo británico Lansdowne Partners ha elevado su presencia en el capital del consorcio aéreo. Desde el 1,255% anterior al 2,078% actual, en esta participación financiera, lo que le convierte en el tercer mayor accionista de la compañía tras Qatar Airways, con un 25% de la compañía y Marshall Wace que tiene un 2,033% de la misma.
Desde el punto de vista técnico, los indicadores premium de Ei coloca a IAG con 7 puntos totales de los 10 posibles en modo consolidación. En negativo encontramos la tendencia a medio plazo que es bajista y la volatilidad del valor, que sigue elevada a medio y largo plazo. Pero en positivo encontramos el volumen a medio y largo plazo que es creciente, el momento total, rápido y lento es positivo y sobre todo la tendencia a largo plazo que se mantiene alcista.
“IAG mantiene vigente el proceso de consolidación de medio plazo que ha logrado normalizar lecturas de extrema sobrecompra acumulada en osciladores de precios. En este sentido, la vulneración de los 1,47 euros habilitaría a las ventas a actualizar objetivos a la baja rumbo a los 1,018 / 0,977 euros por acción. El objetivo de las compras, superar los 2 euros por acción para considerar un ataque a los 2,234 euros”, según nos cuenta José Antonio González, analista técnico de Estrategias de Inversión.
IAG en gráfico diario con Rango de amplitud medio en porcentaje, oscilador MACD y volumen de contratación
“En una valoración por ratios, según nos indica María Mira, analista fundamental de Estrategias de Inversión , y con un BPA estimado para el cierre de 2021 de -0,02€/acción, tras actualizar el número de títulos de la compañía después de la ampliación de capital; no vemos recorrido alcista en la acción más allá de la volatilidad por noticias puntuales”.
Y destaca que “el mercado espera una contracción en el BPA en 2020 que supera el 200% y el rebote del +97% en BPA para 2021 será por tanto desde un BPA hundido en 2020. Y si el cálculo lo hacemos en cifras absolutas, eliminando por tanto el efecto del aumento de número de acciones debido a la ampliación de capital, la caída del beneficio neto será superior al 300% entre 2019 y 2020”.