La compañía ha informado a la CNMV que los resultados del trimestre se han visto dañados por el brote del Covid -19, que ha tenido un efecto devastador en los sectores globales de aerolíneas y viajes.- Con una reducción del 94% en la capacidad de transporte de pasajeros desde finales de marzo, y la mayor parte de los aviones en tierra,IAG espera un segundo trimestre del año complicado y considerablemente peor que el primer trimestre. De hecho, no espera que el nivel de demanda de pasajeros de 2019 se recupere antes de 2023 lo que hace indispensable nuevas medidas de reestructuración en el conjunto del grupo.
La compañía reconoce que, antes de la crisis, contaba con un balance y liquidez sólidas con tesorerías y líneas de crédito no dispuestas que a 31 se marzo ascendían a 9.500 millones, importe que en abril se incrementó hasta los 10.000 millones. Ha tomado medidas para incrementar la liquidez – como acogerse a las ayudas del Coronavirus Corporate Finance Facility (CCFFF) de Reino Unido y el ICO en España así como prorrogar una línea de crédito renovable de British Airways- y en abril y mayo se han reducido los costes operativos en efectivo hasta los 200 millones de euros a la semana.
En el trimestre, la capacidad operada disminuyó un 10,5%, hasta los 67.522 , la pérdida de las operaciones después de impuestos y partidas excepcionales hizo que las pérdidas de la compañía asciendan a - 1.683 millones, desde los 70 millones positivos que tuvo en el mismo período de 2019.
A cierre de marzo, la compañía situó su nivel de efectivo en los 6.945 millones, lo que supone un aumento del 3,9% respecto a hace un año. La compañía cierra el trimestre con una deuda neta de 7.508 millones, un -0,8% interanual, y unos ingresos que alcanzan los 4.585 millones, un -13,4% inferior al anunciado un año antes.
No ofrece previsiones para 2020 pero anticipa un segundo trimestre peor que el primero
En cuanto a sus previsiones, y teniendo sobre la mesa la incertidumbre en torno a la duración de la crisis sanitaria, IAG no las proporciona para el conjunto de 2020. Sin embargo, tal y como adelantó el 28 de abril, la compañía espera que la pérdida de operaciones antes de partidas excepcionales en el segundo trimestre sea considerablemente peor que en el primero , dado el descensos sustancial de la capacidad y el tráfico de pasajeros y a pesar de cierto alivio en los costes de personal derivados de los programas de apoyo salarial de gobiernos y las medidas llevadas a cabo por la dirección.
