La mayoría de las encuestas dan como favorito a Hollande para la segunda vuelta del 6 de mayo. El socialista, que según los sondeos ha obtenido un 28,2% de los votos, se aprovecha así del duro castigo que los votantes han propinado a Sarkozy, cuya imagen pública se ha resentido durante los últimos meses.
El presidente obtendría un 27% de los votos según las primeras proyecciones oficiales divulgadas por el Ministerio del Interior galo, con un 85 por ciento de los votos escrutados. Una encuesta de Ipsos estima una abstención del 19,7%.
Además, la primera ronda de votaciones francesas se ha visto marcada por el mejor resultado de la historia de la ultra-derecha francesa, encabezada por Marine Le Pen, del Frente Nacional. Este partido ha obtenido la tercera mejor votación con un 18,6% de los votos, según estas cifras iniciales. La hija de Jean Marie Le Pen supera el mejor resultado obtenido por su padre (16,8% en 2002) y sale vencedora de la batalla de los extremos que libraba con el líder del Frente de Izquierda, Jean-Luc Mélenchon, que se ha hecho con un 10,9% de los votos.