La petrolera, sin embargo, sorprendió al mercado esta semana con sus resultados del primer trimestre al superar las previsiones del consenso de los analistas. Acumula un rebote esta semana del 5% en el IBEX 35 y no ha parado de recibir alzas del precio objetivo tras la presentación de sus cuentas. El barril de Brent, además, también sube con fuerza, cerca de un 15%, esta semana ante la previsión de desescalada que preparan la mayoría de gobiernos europeos.
Los analistas valoran, sobre todo, su compromiso con el reparto de dividendos, su resiliencia mostrada en el primer trimestre, su flujo de caja y su convicción de rebajar la deuda a final de año. Entre enero y marzo, no obstante, la deuda de Repsol se incrementó un 6% hasta los 4.478 millones de euros respecto a los 4.420 millones a cierre de 2019.
“El plan de resiliencia de Repsol contempla la puesta en marcha de iniciativas que suponen reducciones de más de 350 millones en gastos operativos y de más de 1.000 millones en inversiones, así como optimizaciones del capital circulante próximas a 800 millones respecto de las métricas inicialmente presupuestadas”, indica la compañía en su presentación de resultados.
En el primer trimestre de 2020, el flujo de caja de las operaciones ascendió a 596 millones, un 48,6% menos respecto a los 1.161 millones del primer trimestre de 2019. El flujo de caja libre se elevó hasta los 389 millones, un 34% menos respecto a los 593 millones del mismo periodo de 2019.
“El menor EBITDA a CCS -resultado de operaciones continuadas a coste de reposición- de los negocios ha sido compensado por la devolución del impuesto sobre beneficios de años anteriores. La caja de las operaciones ha sido suficiente para cubrir las inversiones netas, el pago de intereses y los dividendos del período”, apuntó Repsol en su informe de resultados.
En cuanto a los dividendos, la multinacional que preside Antonio Brufau mantiene el objetivo de abonar con cargo a 2020 una retribución de 1 euro por acción, lo que sitúa en un 12% su rentabilidad por dividendo. Cabe tener en cuenta, sin embargo, que Repsol ha suspendido su plan de recompra de acciones del 5% del capital social de la compañía, que es otra forma de primar a sus accionistas.
La compañía confirmó esta semana que la remuneración al accionista prevista para el mes de julio ascenderá a 0,55 euros por acción, que será satisfecha bajo la fórmula de scrip dividend, una vez sea aprobada por la junta general de accionistas.
El consejo de los analistas ve opciones en Repsol
Desde que Repsol presentase sus cuentas este martes hasta trece firmas de análisis y bancos de inversión han actualizado su estrategia a seguir con las acciones de la compañía y su valoración en bolsa, según recoge Reuters.
Repsol sigue teniendo el apoyo del consenso, puesto que de estas 13 revisiones que han hecho los analistas, ocho apuestan por comprar las acciones de la petrolera española o sobreponderar en cartera, tres aconsejan mantener y sólo dos infraponderar en carteras los títulos de Repsol.
Los precios objetivos han tendido a ajustarse a la baja, salvo honrosas excepciones como las firmas alemanas Berenberg e Independent Research, la suiza UBS y la estadounidense Bernstein Research aunque el precio medio objetivo se sitúa en los 11,84 por acción, lo que le da un potencial de revalorización a doce meses vista del 36% con el objetivo de recuperar toda la caída que protagoniza este año en el Ibex 35.
Hasta 22 bancos de inversión aconsejan comprar ahora mismo Repsol, sólo seis son partidarios de mantener y tres de vender.