Las cuentas del segundo trimestre de Google han supuesto una mancha en un expediente de matrícula de honor. Las acciones cotizaban cerca de sus máximos históricos cuando la compañía rindió cuentas por debajo de las expectativas, lo que promovió la salida en masa de inversores y la caída en picado de los títulos.
Ayer Google reconocía que entre abril y julio obtuvo un beneficio de 3.230 millones de dólares ó 9,54 dólares por acción, casi un 10% menos de lo esperado por el mercado (10,80 dólares por acción). La razón principal es esta caída ha sido la transición de los ordenadores a los teléfonos móviles y las tabletas, en los que los ingresos por publicidad son menores. Además, el precio medio de los anuncios publicitarios de Google online cayó un 6% interanual en el segundo trimestre, después de que bajara un 4% en el primer trimestre.
En ello los inversores encontraron una razón para recoger beneficios augurando que podría comenzar el declive de una acción en máximos históricos. ¿Miedo a que se repitiera la historia de Apple? Lo cierto es que la corrección superior al 5% experimentada en el mercado alter hours de momento no ha dado la vuelta a su tendencia impecablemente alcista, como nos confirman nuestros indicadores Premium.