Es la segunda vez que GM intenta desprenderse de la unidad que produce camiones de basura y otros vehículos industriales.
El año pasado, GM estuvo a punto de llegar a un acuerdo con Navistar para la venta de esa unidad, pero en el último momento la operación quedó cancelada a consecuencia del empeoramiento de la economía estadounidense.
En la actualidad 525 personas trabajan en la planta de esa división, que produjo 22.000 vehículos en 2008.
El fabricante estadounidense necesita aumentar su liquidez ante la dramática caída de las ventas en 2008 y las graves pérdidas económicas a las que se enfrenta.
En este contexto, GM ha solicitado 13.400 millones de dólares en préstamos al Gobierno federal estadounidense para poder mantener en marcha sus operaciones en los próximos meses.
La primera partida de ese dinero ya ha llegado a General Motors, pero el resto está condicionado a la aprobación del plan de viabilidad que la empresa presentará el próximo 17 de febrero.

