Los accionistas de Fortis deben pronunciarse hoy sobre las decisiones que llevaron a la fragmentación y a la venta de Fortis -incluido el nuevo acuerdo para ceder al francés BNP Paribas el grueso del negocio de banco en Bélgica y parte de los seguros- y también sobre la composición del nuevo consejo de administración.
El rechazo a esas operaciones -que complicaría considerablemente el futuro de la primera compañía privada de Bélgica, según ha advertido el Gobierno- es una posibilidad real, dado que el primer accionista del grupo, la aseguradora china Ping An (5% del capital) ha anunciado su voto negativo, igual que varias asociaciones de minoritarios.
En ese contexto, los administradores de Fortis plantearon la posibilidad de dar derecho de voto al paquete de acciones que controla Fortis Bank (en manos del Gobierno belga, tras la nacionalización), con objeto, probablemente, de asegurarse el apoyo y la continuidad del proceso de venta.
Pero ante las protestas de muchos de los asistentes de la asamblea, la dirección anunció durante la reunión que renunciaba a esa petición.

