Además, el rechazo de los accionistas a la segunda operación -la nacionalización de la entidad por el Estado belga- implica que no puede seguir adelante el acuerdo de venta del 75 por ciento de Fortis Bank y el 10 por ciento de los seguros a BNP Paribas. El primer ministro belga, Herman Van Rompuy, reiteró hoy ante la Cámara de Diputados que los clientes de Fortis, la primera entidad bancaria del país y el primer empleador privado, deben permanecer tranquilos.
"Ayer, eran clientes de un banco en manos del Gobierno; hoy sigue estándolo", recalcó Van Rompuy. El primer ministro indicó que, una vez que se confirme la composición del nuevo Consejo de Administración del grupo Fortis -tras la asamblea de accionistas de mañana en Utrecht (Holanda)-, el Gobierno está dispuesto a dialogar con los gestores del grupo. El ejecutivo también entablará contacto con BNP, con el que alcanzó un acuerdo que debía ejecutarse antes del 28 de febrero. En principio, el banco francés podría exigir una compensación por el fracaso de la operación de compra de los activos de Fortis.
Entre la oposición, hoy arreciaron las críticas al Gobierno por la gestión de la crisis de Fortis y cobraron fuerza las peticiones de dimisión del titular de Finanzas, Didier Reynders. Por otra parte, la dirección de Fortis Bank confirmó hoy a los sindicatos de la entidad que no tiene "ninguna intención de recortar personal" y también que el banco es solvente y que no tiene problema alguno de liquidez

